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"Lo mío no son los ponches, salí a hacer mi trabajo. Entré mentalizado, con un plan de juego que se hizo e hicimos lo necesario para obtener la victoria”, dijo Negrín luego del partido. (Milenio Novedades)
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William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Bien lo dijo Yoanner Negrin antes del juego, cada partido es diferente, y claro que fue así pues anoche estuvo impresionante en el centro del diamante, al grado que rozó la perfección para conducir a los Leones de Yucatán a una victoria, con baño de cal incluido, sobre los Bravos de León, 2-0, en el primer juego de los pléiofs.

Fue un digno partido de postemporada en el que Negrín comenzó impresionante y terminó de la misma manera, pese a que en la octava con uno fuera perdió el sin jit –una línea floja sobre la segunda colchoneta de Dan Johnson- y para hacerlo más emocionante caminó después a Niko Vasquez, pero demostró su calidad al dominar a los dos siguientes adversarios.

El apoyo a los Leones se sintió en todo momento. 

En la sexta, Negrín perdió el juego perfecto al dar base a José Muñoz, aunque al final retiró en tres ese capítulo con doble matanza. Siete entradas las dominó en tres bateadores.

No menos certero, así fue la labor del derrotado y ex melenudo Marco Quevedo, quien igual lanzó pelota de tres jits en toda la ruta, pero careció del apoyo ofensivo de sus compañeros que igual solo batearon tres incogibles.

El serpentinero cubano comenzó inspirado, perfecto, al grado que retiró a los siete primeros que enfrentó por la vía del ponche. Al final, su dotación de chocolate fue de nueve que se sumaron a dos más que recetó Ronald Belisario, quien retiró la novena con un toque de drama al juego, al ligarle par de sencillos, ambos al cuadro, pero demostró fortaleza en los momentos claves al dominar al cuarto leño Junior Lake en débil rodado para el aut 27, que hizo que explotara la algarabía de los 8 mil 163 aficionaos reunidos en el parque Kukulcán Álamo.

La ofensiva responde

La velocidad de Diego Madero fue determinante para que los reyes de la selva tomaran la delantera desde la primera entrada. Con uno fuera, el torpedero metió un batazo fuerte entre el central y el izquierdo, en el cual a sus custodios les faltó comunicación al chocar Junior Lake y Eduardo “Mosco” Arredondo para llegar quieto hasta la antesala. Ronnier Mustelier disparó un elevado al jardín del centro, no muy profundo, pero suficiente para que Madero, quien con determinación, lleguara barrido al pentágono.

 

De ahí en adelante, Quevedo lanzó tremenda pelota retirando en orden las dos siguientes entradas, la otra en cuatro al firmar un pasaporte hasta que en la quinta le pegaron dos indiscutibles –ya no permitió ninguno más-, pero suficientes para que los melenudos consiguieran su segunda carrera.

Yuniesky Betancourt abrió ese capítulo con sencillo al central y jugando con el librito, Francisco Rodríguez ordenó a Esteban Quiroz toque de sacrificio lo cual ejecutó acertadamente. Sebastián Valle fue dominado en elevado pero José Juan Aguilar metió una línea candente sobre la tercera que se convirtió en doble, para que el cubano prácticamente lleguara trotando a la registradora.

 

Eso fue todo lo que pudieron hacer ofensivamente los melenudos, pero suficiente ante un Quevedo, quien retiró en 1-2-3 la sexta, séptima y octava entradas, incluso en este lapso sirvió cuatro de los cinco chocolates que otorgó en todo el camino. Para este martes lanzarán por las fieras James Russell contra Guillermo Moscoso.

Los Leones van por la segunda victoria esta noche a las 20:00 horas. 

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