Pasan feligreses "las de Caín" para llegar a iglesias

En plena Semana Mayor, los fieles deben "sortear" noches oscuras para visitar templos.

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La escasa iluminación afecta las calles que rodean Monjas. (José Acosta/SIPSE)
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Marta Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El 'corredor' de iglesias y de paraderos de autobuses de la calle 64 del centro de Mérida permanece en penumbras, lo que genera el temor de feligreses que participarán en oficios de Semana Santa y que deben sortear, entre otros inconvenientes, a ebrios y asaltantes.

En la calle 64, de la 69 hasta la 63, se localizan las iglesias de Nuestra Señora de la Candelaria y San Juan Bautista, así como el templo Expiatorio de Nuestra Señora de la Consolación (Monjas).

También se ubican los paraderos de cuatro rutas del transporte público de pasajeros, y los edificios de Desarrollo Social de Ayuntamiento, DIF Municipal, comercios y dos hoteles.

En esta zona también operan tres cantinas, cuyos parroquianos toman los atrios de los templos como baños públicos, incluso algunos han intentado robar en esas casas de oración.

El problema aumentó hace seis meses por la falta de alumbrado público en la zona, de manera que las familias que esperan el transporte público deben soportar y sortear pleitos y ofensas de gente en estado inconveniente.

La iglesia de Candelaria es de las más afectadas, ya que queda en penumbras, y los feligreses, a merced de la delincuencia.

De acuerdo con José Alberto Buenfil Gómez, administrador de librerías de la Comisión Diocesana de Evangelización para la Catequesis, que se ubica en la Candelaria, en tres ocasiones han intentado robar forzando las puertas del edificio.

La Policía Municipal no ha cumplido su promesa de redoblar la vigilancia.

“En el martes de Carnaval abrieron la puerta del estacionamiento, pero por fortuna nada se llevaron. El problema de que usan el atrio como baño público es constante, ya que aprovechan que no hay luz pública.

"Llevamos meses soportando esa situación, pese a que hemos enviado cartas al Ayuntamiento exponiendo el problema”, apuntó Buenfil Gómez.

Floricel Baquedano Villanueva, administradora de la capilla de Candelaria, manifestó que debido a los intentos de robo se solicitó por escrito mayor vigilancia a la Policía Municipal de Mérida, a lo que el jefe de esa corporación respondió que se redoblaría la seguridad en el área, pero no cumplió.

“Hemos hecho reportes a Ayuntatel para la reparación de las lámparas, el último fue con el número de folio 847168, pero no obtenemos respuesta”, detalló Floricel Baquedano.

Estas personas, al igual que las decenas de familias que esperan el transporte público sobre la calle 64 entre 65 y 67, piden a las autoridades municipales una pronta solución a los problemas del deficiente alumbrado público y de escasa vigilancia policiaca.

Esta situación ha ocasionado que incluso algunas madres de familia con sus hijos iluminen el espacio donde esperan el autobús con lámparas de mano.

Asimismo, el sacristán de la iglesia de San Juan, Pedro Solís Medina, relató que es constante que indigentes ebrios ingresen al recinto religioso.

“Hace aproximadamente un mes se robaron una computadora portátil y un saco del padre; son los borrachos que todos los días están en el parque; esto ocurre porque no hay vigilancia, los policías sólo llegan un rato y se van”, apuntó.

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