Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.-  “El impacto turístico del Carnaval de Mérida es máximo, ya que no genera nuevas corrientes de visitantes,  y los hoteleros y huéspedes de la zona lo consideran un problema.

"En esos días la avenida, Paseo de Montejo se convierte en un bar, en una cantina gigante que incluso puede derivar en un problema de seguridad pública”, indicó el empresario Agustín Illescas Molina, gerente de la casa museo Quinta Montes Molina.

Asimismo, señaló que cada año es lo mismo, sin importar el partido político que esté en el Gobierno. “Y peor aún es el hecho de que surjan grupos antagónicos enarbolando la defensa del Paseo de Montejo, ahora que se habla de disponibilidad de ocho millones de pesos para realizar estudios en aras del rescate de la avenida más emblemática de esta ciudad”.

Consideró que si ya existe el Patronato Paseo de Montejo, el nacimiento de la Fundación Paseo de Montejo lo único que va a dar como resultado es que no se haga nada, “porque da la impresión de que ahora que hay dinero despiertan intereses para ‘morder’ lo que no nos pertenece, porque somos habitantes o usuarios del Paseo de Montejo, pero la aplicación de esos recursos le corresponde únicamente al gobierno”. 

Explicó que el Carnaval es una fiesta que se puede potencializar, pero insistir en mantenerla sobre la avenida implica un tema de seguridad pública ya que las calles no están  diseñadas para el desfile.

“Tenemos avenidas como la 2000 y la Juan Pablo Segundo que tienen dimensiones estupendas para la instalación de las gradas y hacer un buen derrotero del Carnaval, llevando a la gente hacia esos destinos.

Muchas personas podrán argumentar que no irían por el transporte, pero  todo ese dinero que se invierte en rehacer el Paseo de Montejo y las calles del centro, se podría destinar en circuitos de camiones”.