Gerardo Keb/Progreso
La pesca de sardina en Progreso, utilizada como carnada para especies de escama, como mero, negrillo, rubia y canané, presenta buenas cantidades de captura, sin embargo las pésimas condiciones que atraviesa la pesquería han generado un grave problema de demanda y precio para los hombres de mar, provocando pérdidas sustanciales y bajos índices de ganancias.

Se estima que alrededor de 50 familias de Progreso se ven perjudicadas con esta situación, ya que los pescadores de sardina apenas consiguen sacar gastos y pequeñas ganancias.

Cada lancha que llega al puerto de abrigo de “La caleta”, (principal zona surtidora de carnada en Progreso), trae consigo entre 750 kilogramo y 1.5 toneladas del producto fresco, del cual en muchas ocasiones únicamente logran vender con rapidez el 60 por ciento del mismo, a precios que han disminuido de 8 pesos a principio de la temporada a tan solo tres pesos por kilogramo actualmente.

De esta manera, en un viaje donde consiguen vender una tonelada de producto al precio indicado apenas consiguen ganancias de tres mil pesos, divididos entre tres pescadores, y con gastos de entre mil y mil 500 pesos por salida, lo que al final le deja a cada hombre de mar ganancias de aproximadamente 500 pesos.

La crítica situación, de acuerdo con los pescadores, tendrá peores afectaciones con el inicio de la temporada de pulpo, ya que el índice de compra de sardina en dicho periodo tiende a disminuir drásticamente, puesto que el sector pesquero se enfoca a la captura del molusco.

Ante esto, los sardinero se ven obligados a unirse a la pesquería del octópodo, siendo únicamente un par de lanchas las que quedan a cubrir la demanda requerida por barcos y lanchas que lo soliciten.