Pez león depreda en Arrecife Alacranes

MÉRIDA, Yucatán.- Exhortan al Gobierno federal a establecer estrategias para evitar que la especie invasora se convierta en un problema mayor.

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El pez león tiene presencia desde Cabo Catoche hasta Celestún. (SIPSE/Archivo)
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Pedro Tzuc /Agencia Reforma
MÉRIDA, Yucatán.- El pez León, especie exótica depredadora, impacta de manera negativa al Parque Nacional Arrecife Alacranes, por lo que urgen acciones para su erradicación, alertó Porfirio Álvarez Torres, director del Proyecto de Evaluación y Manejo Integral del Gran Ecosistema del Golfo de México.

"No es un monstruo marino, pero sí una especie invasiva de gran riesgo", planteó el experto en entrevista.

Indicó que el pez león pone en riesgo la vida marina de los arrecifes de coral de esa área natural protegida que se localiza a unos 130 kilómetros de la costa de Puerto Progreso.

Ante ello, exhortó al Gobierno federal a establecer estrategias para evitar que la especie invasora se convierta en un problema mayor.

Actualmente, refirió, proliferan actividades de pesca deportiva para la captura del pez, e incluso se fomenta su consumo como una ventaja comercial, sin embargo, hay mucho riesgo para las personas, ya que es una de las especies que acumula toxinas.

Eduardo Batllori Sampedro, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), dijo que la presencia del pez León es una amenaza para especies de subsistencia de los pescadores de la región.

Aunque no existen estudios para dimensionar el impacto negativo del depredador, expertos consideran que entre la fauna que sería afectada están crías de langosta, de camarón, de pargo, de mero y eventualmente de pulpo, así como otras de importancia ecológica.

"No hay investigaciones que yo sepa, ni en Miami, ni en las Antillas Menores, ni en las Mayores, ni en Venezuela, ni en el Caribe se han demostrado que haya eso, pero sí que pudiera llegar a ser un factor que pueda mermar las potencialidades, pues sí". expuso Batllori.

El pez león, conocido por representar una amenaza para la biodiversidad marina, al ser venenoso y carnívoro, fue visto en aguas de la Península de Yucatán desde hace tres años.

Originario del Pacífico Oeste y Oceanía, el pez llegó en cautiverio a Norteamérica, y desde su liberación al medio natural, de forma accidental o voluntaria, en Florida en 1992, se ha desplazado a Las Carolinas, Connecticut, Bermuda, Las Bahamas, Las Antillas Mayores y Menores, Honduras, Belice y ahora al Caribe Mexicano.

En enero de 2009 se registró el primer avistamiento del pez en Cozumel, y desde entonces se ha extendido.

Voraz y sin competidor natural, esta especie consume gran variedad de peces, invertebrados, crustáceos, moluscos, incluyendo huevecillos y larvas, lo que implicaría consecuencias para las pesquerías comerciales, desequilibrio para el ecosistema y afectación a la actividad recreativa o turística.

El estudio actual de mayor relevancia sobre el pez proviene de una tesis de maestría del experto biólogo Armín Tuz, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Yucatán.

"Tiene presencia desde Cabo Catoche hasta Celestún (todo el litoral yucateco). La reproducción vertiginosa del 'terois antennata' y la ausencia de un depredador imposibilitan hablar de su erradicación", alertó.

Un estudio de la Profepa advierte que el pez se alimenta de 70 especies de base trófica, y que 15 puertos pesqueros de la zona podrían resultar afectados por eventuales mermas en pesquerías de importancia económica, entre ellas de pargo, camarón y langosta.

rd/

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