Víctor Hugo Lizama/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En un espacio bastante reducido en la casa de ustedes, tuvo la idea mi esposa de depositar unas semillas de pepino (Cucumis sativus). Después de casi un mes de espera, finalmente dio ya frutos y se confirmó que eran de pepino, pues la planta se asemeja al melón. 

Esta misma semana conocimos a Jorge Seijo, quien casualmente nos habló de una característica del pepino, que es su alta alcalinidad, razón por la cual es común que se ofrezca como botana en los centros cerveceros.

Esta idea nos abrió el interés y encontramos que,  efectivamente, combate la acidez y esto es posible gracias a los minerales que contiene y a sus propiedades alcalinas. Las úlceras duodenales y úlceras gástricas también reciben ayuda y alivio con un tratamiento de jugo de pepino.

Comentamos que también ayuda a las coyunturas como lubricante natural. El sílice que está contenido en el pepino colabora adecuadamente en la construcción de los tejidos  conectivos del organismo, como sucede con los huesos, ligamentos, tendones, músculos y cartílagos. Hoy se puede confirmar que el pepino puede neutralizar el ácido úrico, causante de las inflamaciones que se producen en las articulaciones. Al consumirlo, el pepino inicia un proceso de limpieza de las articulaciones eliminando el ácido úrico.

En estas épocas de calor extremo un jugo de pepino con apio ayuda a nuestro cuerpo a regular las altas temperaturas. Tomar jugo de pepino es un diurético eficiente ya que trabaja como estimulante de la expulsión de los desechos por medio de la orina. Los cálculos renales también encuentran aquí su disolución y su alivio. 

Para reducir y eliminar esa hinchazón de los ojos, se deben colocar rodajas de pepino en los ojos por espacio de unos 10 minutos aproximadamente. Los resultados serán evidentes. También mejora la presión arterial. 

La razón por la cual existe el ritual de cortar los extremos del pepino y frotarlos es que estos vegetales contienen cucurbitacina, el compuesto orgánico responsable del amargor. Se dice que los pepinos que crecieron bajo algún tipo de estrés, como falta de agua y espacio, es más probable que sean amargos. 

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