Novedades Yucatán/MÉRIDA
La última plenaria de la Cumbre Mundial de la Paz se transformó en una lluvia de ideas sobre el concepto del amor y la necesidad de este para transformar al mundo.

En un recinto que se convirtió en un centro filosófico sobre los valores humanos en la era moderna, los laureados compartieron sus visiones sobre la época que nos ha tocado vivir, y apuntaron que el amor y el respeto al prójimo son un anhelo indispensable.

(Christian Coquet)

Kailash Sathyarti, Premio Nobel de la Paz 2014, habló sobre la necesidad de brindar amor a las infancias que se encuentran en condiciones difíciles, pues desde su experiencia, estos más adelante terminan por ser "embajadores para la libertad y la educación en sus comunidades.

Por su parte, Ingeborg Breines, asesora del Secretariado Permanente de la Cumbre, planteó que existen diferentes retos para ofrecer educación en los países en conflicto.

Apuntó que Yucatán tiene un problema amplio con respecto a la violencia y esto tiene afectaciones en la educación que reciben los niños. Sobre esto, complementó que la educación está construida a base de los estereotipos:"Creemos que sabemos educar al niño y creemos que sabemos educar a la niña, pero en realidad necesitamos aprender a educar a un ser humano", dijo.

En este panel también participaron, Fréderic Vacheron, representante de la oficina de la Unesco en México; el expresidente Colombiano, Juan Manul Santos y Leymah Gbowee, Premio Nobel de la Paz, 2011. Fungió como moderadora, Liv Torres.