Óscar Chan/MÉRIDA
El hospital de Ticul, que ha permanecido como un “elefante blanco” durante varios años, podría ser rescatado para beneficiar a más de 75 mil personas del sur de la entidad, siempre y cuando se cuente con el apoyo del Gobierno Federal, al que ya se le notificó el asunto, adelantó el alcalde de este municipio, Rafael Montalvo Mata.

Al respecto, el primer edil recordó que la administración anterior canceló el contrato con la empresa Infraestructura Hospitalaria de la Península (IHP), perteneciente al Grupo Marhnos, al argumentar que existía incumplimiento de contrato, por lo que se dejó la obra varada con un avance del 60 por ciento.

“Tenemos entendido que con el Gobierno Federal se va a tomar la medida de rescate, ya platicamos con el gobernador Mauricio Vila Dosal respecto a este tema y nos comentó que primero tiene que quedar clara la responsabilidad de quién retomaría la obra”, expuso.

En entrevista, Montalvo Mata consideró que como el área de la salud será abordada de forma amplia por el Gobierno Federal, existe la confianza de que una vez que se defina sobre quién va caer la responsabilidad, se le dará la solución a esa construcción.

Cancelación

Con la cancelación del contrato, el Tribunal Arbitral de la Corte Internacional de Arbitraje falló a mediados del año pasado a favor de la empresa y obligó al Gobierno anterior a pagar más de 700 millones de pesos por la cancelación del acuerdo para la construcción de ese nosocomio.

Por ello, Montalvo Mata, quien ha seguido el proceso legal de la obra, manifestó que esa acción fue muestra de las malas decisiones de la administración pasada, como lo denunció desde hace más de tres años, cuando era diputado local del PAN.

“Tenemos entendido que el veredicto ya se dio y que están en pláticas el Gobierno del Estado y la Empresa particular para la solución, pero no tenemos mayor información al respecto, sino que ya se llegó hasta las últimas instancias y ahora vienen cumplir con la última sentencia que se emitió”, anotó.

El alcalde ticuleño remarcó que el inmueble, ubicado a la entrada de Ticul, al sur de Mérida, está lleno de maleza, abandonado y en muy malas condiciones, por lo que al representar un peligro el Ayuntamiento limpió la parte delantera del sitio.

“Mientras pasa el tiempo el edificio se sigue deteriorando, a pesar de que ya limpiamos la parte pública, que es la de afuera, por dentro el edificio ya está muy abandonado”, reconoció.

Montalvo Mata expuso que el Gobierno Federal ya sabe del caso para determinar si de alguna forma se puede apoyar con la conclusión de la obra.