Ingrid Mendoza y Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Concluidas las fiestas carnavalescas, el presidente del Patronato del Centro Histórico,  Raymundo Vargas León, opinó que los meridanos deben decidir sobre la necesidad de reubicar el derrotero de esos festejos aunque, en lo que respecta a esa agrupación, considera que la ruta actual no afecta los edificios históricos.

Como informamos, el alcalde Renán Barrera Concha comentó que, aunque el Carnaval se desarrolló con éxito y sin problemas, hace falta espacio porque el derrotero sigue siendo el mismo desde hace 50 años y cada vez hay más gente. Consideró que ha llegado el límite de la capacidad del Paseo de Montejo, por lo que será necesario replantear todo para que más gente lo pueda disfrutar sin problemas.

Al respecto, Vargas León abundó que es necesario abrir con tiempo espacios de consulta, para que los ciudadanos decidan si el Carnaval “emigra” a otra parte de la ciudad. Indicó que las afectaciones del actual derrotero son por cuestiones de vialidad, más no en la estructura de los edificios que conforman el patrimonio cultural.

Ante las quejas que se generaron este año en relación con el espacio donde se realizan las fiestas  en honor del dios Momo, Raymundo Vargas afirmó que primeramente se debe realizar una encuesta que refleje la opinión de la gente, “ya que debe ser la ciudadanía quien decida”.

Se suman

Aunque están conscientes de que es difícil ir contra las costumbres, meridanos se sumaron a la solicitud de los empresarios ubicados en el Paseo de Montejo, en el sentido de que el derrotero del Carnaval sea reubicado para su edición 2014, debido a la mala imagen que genera sobre esa avenida.

Amas de casa, empleados y turistas coincidieron en que la festividad reúne a miles de personas en un ambiente de camaradería, pero al final de cuentas se causa un daño a la imagen de la avenida, que es la más importante de la ciudad.

En opinión de Natalia Beatriz Carrillo Baeza, así como las autoridades se esmeran para hacer un buen Carnaval, deberían organizarse para dejar la ciudad limpia de la noche a la mañana.