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MÉRIDA, Yuc.- Después de arduas jornadas de trabajo y una entrega total para prestar socorro a la población civil, la brigada de auxilio que Yucatán envió a las zonas afectadas por el sismo del pasado martes, comenzó su retorno a la entidad este fin de semana, luego de una loable labor que fue reconocida en todos los puntos donde apoyaron.

En su incursión a las áreas más dañadas por el temblor, el equipo de especialistas, junto con el agente canino Káiser, dio muestras del valor, arrojo y sobre todo la preparación con la que cuenta para enfrentar cualquier situación por desastre natural.

Una vez que el puesto de mando de la Coordinación Nacional de Protección Civil, dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob), determinó que ya no era necesaria la presencia de la brigada mixta, sus integrantes iniciaron el regreso a Yucatán para reincorporarse a sus labores y ver a su familia.

Antes de volver a la entidad, los miembros de la escuadra, que se encontraban en la región de los Altos de Morelos, tuvieron una última encomienda en la Ciudad de México para participar en las labores de rescate de un edificio que colapsó en la colonia Educación, de la delegación Coyoacán.

El agente “Káiser” entró en acción una vez más, ya que junto con un equipo de japoneses que llegó a nuestro país para sumarse a estas actividades, se dio a la tarea de localizar gente que pudiera estar atrapada bajo los escombros. El resto del grupo auxilió en la remoción de restos y ofreció atención médica a los compañeros.

Kaiser participó en las labores de rescate, en Ciudad de México. 

Mientras los yucatecos desarrollaban estas labores, el puesto de mando solicitó que se dividieran para ir a apoyar en el barrio de San Gregorio de la delegación Xochimilco. El trabajo fue sin descanso a lo largo de esa jornada, que terminó cerca de la media noche y el saldo fue el rescate del cuerpo de una persona, que lamentablemente perdió la vida.

Luego de varias horas, la brigada mixta salió de la zona del derrumbe en Coyoacán, llevando palas, picos, cuerdas y demás equipo al hombro con la satisfacción del deber cumplido. El resto de los socorristas, militares y la sociedad civil presente en ese momento reconoció con aplausos su valor, entrega, esfuerzo y empatía ante esta situación.