Joel González/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Como parte de la preservación del acervo cultural del Instituto Regional de Antropología “Palacio Cantón”, cinco alumnas procedentes de la Escuela de Restauración y Museografía de la Ciudad de México, iniciaron sus prácticas de campo, en las que trabajaran con piezas resguardadas en el lugar

La tarea que se prolongará por espacio de un mes marca el inicio de la colaboración de las dos instancias en esta materia.

Cada una de las estudiantes tiene un proyecto personal que comprende una pieza de cerámica arqueológica del Estado de Yucatán.

“Si llegaran a terminar la que les corresponde, se les podría proporcionar otra pieza, pero consideramos que una sola les durará todo el mes”; comentó la restauradora del Palacio Cantón, Laura Hernández Peña, quien agregó que es la primera vez que esta actividad se realiza en el museo.

Añadió que los procesos que realizan son de restauración mayor que va desde la estabilización, que comprende procesos de limpieza y fijado; fases necesarias para que la pieza no se siga deteriorando, hasta llegar a la restauración total; misma que posteriormente pueden ser consideradas para exposición.

Las piezas destinadas para esta práctica nunca han sido exhibidas ya que proceden directamente de la excavación; por lo que solo algunas han sido estudiadas, otras no; explicó la especialista.

El grupo de estudiantes está integrado por: Nayely Alonso Domínguez quien restaura una olla que presenta inestabilidad estructural; Yamile Fernada Contreras García  trabaja un cajete adornado con las figuras de un manatí y una persona, corrigiendo intervenciones anteriores para la mejora estética; Paola Limón Civera, cambia los adhesivos de incensario de mayapan perteneciente al post clásico.

Por su parte Liliana Domínguez Guzmán mientras retira las sales de una y estabiliza una Olla expresó: “La restauración requiere de mucha paciencia para realizar los procesos y el interés por preservar el patrimonio”; y Evelyn Hernández Luna, que con un hisopo retira la policromía de un vaso amorfo, coincidió con sus compañeras en culminar la restauración durante el plazo fijado.

Perteneciente también al joven departamento de restauración del Museo, que se fuera formado en 2014, Diana Ugalde Romo declaró que la práctica tiene tres aspectos positivos: La formación profesional, el aprendizaje y conocimiento.

Al respecto añadió “Las prácticas están incluidas en el programa académico de la escuela como uno de sus principales ejes rectores”.