MÉRIDA, Yucatán.- Con el proceso de reactivación económica segura de Yucatán, que incluye la reapertura de los paradores turísticos y las zonas arqueológicas de forma gradual y controlada, los municipios con vocación turística y las localidades con las que tienen conexión carretera han decidido retirar los filtros sanitarios que durante 5 meses fueron puestos para reducir el riesgo de contagios por Coronavirus Covid-19.

Para algunos empresarios carreteros y prestadores de los servicios complementarios ha representado un problema el llevar visitantes a diferentes zonas del interior del Estado, pues estos cercos sanitarios no permitían el ingreso o paso de personas que no fueran residentes del municipio o que cuenten con autorización para circular.

Y es que durante los meses que ha durado la pandemia del coronavirus en el estado, estos filtros y módulos de control generaron expectativa entre la sociedad, puesto que había casos extremos en los que las autoridades municipales colocaban piedras, alambres y mallas para “bloquear” el acceso de personas “fuereñas”.

Entre los meses de abril y junio, varias localidades como Hoctún, Hocabá, Timucuy, Dzidzantún y San Crisanto, fueron las más sonadas por la manera en la que “cercaron” sus zonas y no permitieron el acceso, ni siquiera a las empresas que suministraban alimentos a sus pobladores.

Tras algunas semanas de diálogo, las medidas extremas se “relajaron” y entonces se permitió el acceso de algunas personas que arribaran a las poblaciones con motivos de trabajo, salud, seguridad, suministro de alimentos o medicamentos, entre otros.

Sin embargo, con este nuevo proceso de reapertura económica segura en Yucatán y al oficializarse la reapertura de las zonas arqueológicas a partir de este lunes, las autoridades municipales han optado por retirar esos filtros sanitarios y permitir el acceso libre a las personas. Sus módulos serán ahora de orientación.