Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Los casi 90 vendedores ambulantes desplazados de las nueve manzanas que conforman la primera etapa del programa de “limpieza” del comercio informal en aceras del Centro Histórico iniciaron ayer una lucha interna por espacios contra sus compañeros apostados en otras banquetas, al grado que caminar en esos puntos se ha convertido en un riesgo para los peatones.

Varios tramos, como la calle 61 entre 56 y 58 o la 56 entre 61 y 63, lucen ahora mayor número de ambulantes, con sus mesas y palanganas, ocasionando el enojo de los informales que ya estaban en esas zonas.

Ayer, en la calle 56 por 61, una de las vendedoras recriminó a una nueva “inquilina” porque “me estás robando mi espacio”, pero la invasora se negó a quitarse con el argumento de que “yo pago semanalmente mi cuota a los inspectores”.

De acuerdo con las autoridades municipales, las nueve manzanas desalojadas abarcan 48 aceras, pero en un recorrido por esa primera etapa del proyecto municipal, se constató que no todas lucen “limpias” de vendedores informales, pues algunos se niegan a dejar las calles que representan su principal fuente de ingresos.

Incluso, algunos analizan la posibilidad de ampararse ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey)para evitar que sean retirados de las aceras, tal como lo han hecho algunas vendedoras chiapanecas.

Tal parece que sólo 15 días, los vendedores respetaron el trato con las autoridades municipales, pues ayer en las calles hubo presencia notoria de ambulantes, que de nuevo ya se encontraban en calles como la 65, 63, 61, 58 y 56.