Salvemos una Vida: Aconsejan relaciones sanas en el hogar
El psicoterapeuta Víctor Chan destacó la importancia de entender que nadie es perfecto y que se cometen errores.
Al hablar sobre ”Relaciones sanas y felices entre padres e hijos”, en el programa "Salvemos una Vida", se destacó la importancia de entender que nadie es perfecto, que se cometen errores, incluso como padres, pero lo importante es hacer el esfuerzo de entender el papel de cada uno, detectar las fallas y trabajar para corregirlas para que exista una buena o excelente unidad familiar.
Bajo la conducción de Mary Liz Escalante, el psicoterapeuta especializado en familia, Víctor Chan, habló de la importancia de tener relaciones sanas en el interior de los hogares, porque lo que no se logré ahí se manifestará fuera, desde los más chicos a los más grandes y complicará aún más las relaciones interpersonales.
Comentó que los padres deben entender o tener muy claro, que los hijos no son propiedad de los padres, “nos los prestaron para amar, reconocer virtudes y formarlos, pero no son propiedad”, y sienten, dijo esto porque le ha tocado ver que algunos progenitores creen que sí son de su propiedad, incluso consideran que pueden hacer con ellos lo que quieran y no comprenden que los niños desde que están en el vientre materno sienten, también piensan y necesitan.
Se destacó la importancia de hacer una pausa en la vida cotidiana para la autorreflexión, la autocrítica y la escucha activa, incluso de voces incómodas.
Chan enfatizó que no hay una escuela para ser padres, y hay que escuchar, cuestionarse, aprender y mejorar.
Señaló que aceptar que se está fallando como padre o madre no debe causar vergüenza, sino verse como el primer paso hacia un cambio positivo. Subrayó que esta aceptación debe ir acompañada de acción y transformación: “Si no cambio, todo lo anterior no sirvió”.
Se discutió la necesidad de que ambos padres asuman su rol de forma activa. Chan recalcó que la figura paterna debe ir más allá del papel de proveedor y tomar parte real en la crianza, desde asistir a juntas escolares hasta conocer a profundidad las necesidades emocionales de los hijos.