Se 'acorta' la niñez

Cada vez es menos el tiempo en que los menores en Yucatán viven como tales.

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Mientras unos niños juegan a ser grandes, otros prácticamente viven como tales. (José Acosta/SIPSE)
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Coral Díaz/Mérida
MÉRIDA, Yuc.- El actual estilo de vida en Yucatán, donde los adultos pasan mucho tiempo fuera de casa por el trabajo, así como el elevado índice de divorcios y que los avances tecnológicos estén al alcance de todos, ha generado que los niños ocupen roles de mayores cada vez a más corta edad, lo que genera que no vivan su infancia de manera debida, advirtió el sociólogo Víctor Chan Martín.
 
El también secretario técnico del Observatorio Regulador de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Yucatán (Ordenna) explicó que el infante yucateco ha cambiado porque realiza más tareas que lo hacen madurar y entrar al mundo adulto, por ejemplo, antes no tenían que usar una computadora o aprender otro idioma.
 
“Es un mundo más competitivo, más solitario, con más dificultades, por lo que hoy los infantes tienen que prepararse más; la familia está fragmentándose y es la base del crecimiento del menor”, detalló.
 
El también presidente de Hogar Maná consideró que ahora los menores enfrentan solos muchas situaciones, como su propia educación, para lo cual carecen de apoyo.
 
Recordó que los padres tienen la tarea de favorecer y dignificar las condiciones que se necesitan para vivir dignamente (trabajo, educación, salud y recreación) y no olvidar a los hijos.
 
“En esta época observamos a muchos niños que, por situaciones familiares, tienen que adoptar el rol de alguno de los padres, y no se comportan como pequeños; son afectados considerablemente, ya que asumen un papel que no les corresponde”, explicó Chan Martín.
 
Mencionó que esa situación lleva al niño a enfrentar problemas psicológicos y físicos, como el cáncer, hipertensión, accidentes vasculares cerebrales, dermatitis, asma y problemas psiquiátricos, los cuales tienen que ver con las crisis que hoy enfrentan las familias.
 
“Antes observábamos que éstas eran enfermedades de adultos, y ahora con mayor frecuencia se presentan en infantes, lo que forma parte de una problemática social”, apuntó.
 
Los infantes, dijo, actualmente son más vulnerables a situaciones lamentables como el abuso, la violencia y la trata, entre otras cuestiones, que tienen que enfrentarse desde la familia.
 
Recordó que hace más de un mes se presentó el novedoso proyecto denominado “Lazo para María”, el cual surge de manera desafortunada por el trágico evento que sufrió una pequeña de siete que fue abusada sexualmente y asesinada.
 
Programas modernos
 
Por su parte, el director del Hospital Psiquiátrico Yucatán, Primo Reyes Campos, señaló que existe una serie de programas y técnicas modernistas que tienen que ver con el modelo de vida actual, de gente agitada que busca la perfección, y en estos procesos se someten a los niños a talleres de estimulación precoz, de destrezas, de habilidades.
 
Si el niño, a los cuatro años, como parte de su proceso de desarrollo, le tocaba aprender a jugar con madera o papel, hacer aviones o barquitos, y no lo realiza porque tiene que aprender cálculo o a responder preguntas cinco veces más rápido que una persona normal, entonces se rompe su proceso normal de aprendizaje.
 
“Esto interfiere en el desarrollo de los niños, y no digo que el modelo educativo no se oriente a hacer ciudadanos acorde al modelo social actual, porque si no lo que haríamos sería desfasarlos, pero el exceso de estímulos les rompe un proceso que sólo el tiempo determina”, puntualizó.
 
Agregó que en pláticas con expertos en sexualidad infantil algunos se declaran incompetentes sobre el manejo del tema, ya que encuentran tal grado de precocidad, que no tienen idea de cómo abordarlo, ya que los menores cada vez están más desfasados.
 
“Si hace 40 años teníamos unas monedas en la bolsa, un patín de diablo, una bicicleta y apenas se nos daba permiso para salir de casa, actualmente los niños tienen mucho dinero e información cibernética de todos los niveles, lo cual es parte del exceso de estimulación; la experiencia de la vida la da el tiempo, y el que quiere vivirla antes sufre las consecuencias”, subrayó.
 

Adolescente infantil

 
Aunque para efectos legales se considera niño a toda persona menor de 18 años de edad, en el aspecto físico y psicológico es a partir de los 13 años cuando las personas dejan atrás la niñez, indicó el coordinador del área infantil del Hospital Psiquiátrico Yucatán, Roberto Carrillo Ruiz.
 
En este sentido, explicó, a pesar de que hay muchos menores con edad cronológica en la adolescencia, cuya conducta refleja una infancia, porque siguen portándose como niños, no quiere decir que sigan siéndolo, sino que se considera que puede ser un adolescente infantil.
 
El especialista detalló que el último año de la infancia es los 12 años, ya que a los 13 inicia la adolescencia.
 
Detalló que se puede observar esta transición de la niñez a la adolescencia con todos los cambios secundarios, que son las manifestaciones físicas: aparición de bello, cambio de la voz, entre otros.
 
Carrillo Ruiz dijo que existen diferencias entre el paso de una etapa a otra entre mujeres y varones, ya que ellas suelen madurar antes, lo cual se debe a que los factores hormonales suelen ser más rápidos en el género femenino. 
 
50% menos niños en Yucatán
 
En medio siglo, el índice de niños en el Estado ha disminuido al menos en un 50 por ciento, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que explica que en 1970 eran, en promedio, 42 niños por cada 100 personas, y actualmente son 27 infantes por cada 100.
 
En términos porcentuales, la proporción de menores de 15 años disminuyó 5.3 puntos; de 32.7 por ciento a 27.4 por ciento del total de la población en Yucatán; en dicho período y hasta 2012 se consideraba un promedio de 512 mil menores, equivalentes a 25.7 por ciento de los residentes del Estado.
 
De acuerdo con este informe, los patrones de fecundidad, mortalidad y movilidad dentro y fuera del territorio nacional determinan la estructura por edad de la población.
 
En gran medida la implementación de programas de planificación familiar a partir de 1974, combinado con cambios en materia educativa, económica y de salud, propiciaron la reducción del número de hijos por mujer, y el aumento de la vida media. Esto se refleja en la disminución de la proporción de niños y adolescentes, y en la mayor presencia de adultos y adultos mayores en la entidad.
 
Por su parte, el Consejo Nacional de Población (Conapo) estima que la tasa de mortalidad infantil para 2012 fue de 13.2 muertes de menores por cada mil nacidos vivos, menor a la registrada en el año 2000, que en ese momento fue de 20.3 defunciones de menores por cada mil.
 
De esta manera, el Inegi hace mención que los municipios con mayor número de niños (0 a 14 años) son: Mérida, Kanasín y Tizimín. Por otra parte, los municipios con el menor número son Suma, Sanahcat  y Quintana Roo.
 
Un aspecto relevante que afecta la salud del niño se relaciona con las condiciones en las que nace; el peso es un indicador de las condiciones de vulnerabilidad que el recién nacido puede tener y que pueden afectar su desarrollo, crecimiento y esperanza de vida.
 
Así, los bebés que nacen con un peso menor a dos mil 500 gramos son un grupo de población que requiere de una atención especial por parte de las instituciones de salud del país.
 
En Yucatán, ocho por ciento de los niños pesaron menos de dos mil 500 gramos al nacer, por lo que por entidad federativa, Distrito Federal y la Ciudad de México son los Estados que ubican los mayores porcentajes de nacidos vivos con bajo peso; Yucatán se encuentra en el noveno lugar.

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