Candelario Robles/MÉRIDA
El tren maya es un proyecto que está enfocado a la estrategia de un modelo de infraestructura verde, con un diseño apegado al paisaje, a la reducción de emisiones CO2, así como a la creación de pasos para la fauna, adelantó el subsecretario de Calidad de la Secretaría de Turismo Federal (Sectur), Humberto Hernández Haddad.

En su intervención ante los asistentes al 31 Congreso Mundial IPMA (International Project Management Association), el funcionario federal aseveró que el gobierno está comprometido a cumplir con los objetivos del 2030 para las ciudades, establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y por ello garantiza la sustentabilidad del proyecto.

“El tren maya tendrá un impacto significativo en las comunidades de la región peninsular en las próximas décadas, de ahí la necesidad de garantizar su sustentabilidad y que sea amigable con el medio ambiente”, acotó.

Ante los miembros internacionales IPMA, Hernández Haddad garantizó que el plan de ingeniería del tren maya cuidará de los recursos de flora y fauna en la Península de Yucatán, así como el tipo de energía que utilizará el transporte ferroviario, lo que garantiza la sustentabilidad del proyecto.

Añadió que el trayecto de más de mil 500 kilómetros tendrá en cuenta los recursos naturales, por lo que se debe esperar a tener listo el plan de ingeniería.

“El proyecto de transporte ferroviario será congruente con los lineamientos del Programa de Ordenamiento Turístico General del Territorio para la preservación y el aprovechamiento ordenado y sustentable de los recursos turísticos naturales del país, bajo un enfoque territorial, ambiental y social”, apuntó.

En su exposición Humberto Hernández apuntó que el plan del tren forma parte de la infraestructura turística que requiere el país, de agilizar el movimiento de pasajeros y de carga, pero también de visitantes nacionales y extranjeros, además de contar con mejores  superficies de rodamiento y puertos turísticos.

“El gobierno federal busca romper con los efectos negativos al medio ambiente que han traído consigo los desarrollos turísticos del país, como son las descargas de aguas residuales a ríos, lagos y mares, el uso de herbicidas en jardines de hoteles y campos de golf, al igual que las emisiones de efecto invernadero del transporte”, finalizó.