Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Susana Aguilar Covarrubias de Abraham encontró en la labor altruista su proyecto de vida: entró a la Fundación de Orientación Holística A. C. como voluntaria y por su valiosa colaboración y compromiso ahora dirige la causa, la cual ha implicado profundas alegrías y retos que superar para conseguir recursos que mantengan la institución.

Desde el primer paso dentro de esta institución se percibe la armonía: madres e hijos sonrientes haciendo sus terapias, profesionales trabajando con dedicación, incluso el personal ocupado en sus tareas está pendiente de las necesidades de los niños y jóvenes que llegan diariamente al centro para ser atendidos.

Para Susana, la institución es su segundo hogar, ya que a ella dedica gran parte de su día, y cada integrante de la causa es un aliado y hermano en la misión.

Doña Susy, como le llaman de cariño quienes la conocen, ha hecho de lo ordinario algo extraordinario, al compartir su tiempo y compromiso a su labor de abogada, madre, integrante de consejos con impacto social y vicepresidenta de la Fundación.

Sonriente, cuenta su historia con naturalidad y advierte de que no hay obstáculos cuando se quiere ayudar.

Vocación altruista que corre por sus venas

Su abuela Susana Palma Campos (q.e.p.d), una mujer de otro tiempo pero con los valores universales que nunca pierden vigencia, le enseñó que por más factores en contra se pueden lograr buenas acciones. La señora, madre de 11 hijos, tenía el reto de administrar un hogar, sacaba tiempo y alimento para dar algún vecino necesitado, hacía su labor social desde su casa.

Heredera no sólo del nombre, sino del ímpetu altruista, Susana Aguilar Covarrubias, desde su adolescencia, inició su apostolado social.

“Siempre sentí la satisfacción de ayudar; me llenaba de energía cuando sentía que podía beneficiar a las personas; desde la escuela trabajábamos con diferentes proyectos y se me fue dando fácil, coordinaba grupos y laborábamos en pueblos; ayudábamos a las madres de familia para que desarrollaran un negocio para tener su propio ingreso... les dimos insumos con empresarios altruistas del ramo textil para apoyarlas, porque no se les regalaba, si no que se les daba las facilidades para que pudieran crecer”, apuntó.

Recordó que sus padres Roque Aguilar Palma y Rosa María Covarrubias Ibarra de Aguilar le inculcaron el valor del trabajo y de ayudar, sin fomentar el paternalismo, sino inspirar que el beneficiado pusiera su parte para su propio desarrollo.

De voluntaria a dirigente

“Primero trabajé de manera externa ayudando a conseguir apoyos; conseguíamos aparatos, organizaba eventos y luego me fui involucrando, hasta que Rosa Argentina Rivas Lacayo, fundadora  de Orientación Holística en el país, al ver el interés de los padres de familia por sacar adelante a sus hijos con discapacidad, fundó el centro en Mérida; luego, poco a poco, tuve responsabilidades y quedé al frente de la administración. Como colaboradora, trabajo con la institución desde hace 20 años y directamente como vicepresidenta hace 10 años”, recordó.

La organización tiene 18 años de estar constituida en Mérida y cada año recibe la visita de su fundadora, quien dona su tiempo y conocimiento en talleres y conferencias, para reunir fondos para el mantenimiento del lugar.

“Hemos vivido situaciones difíciles, pero volvemos lo ordinario en algo extraordinario. Hemos logrado conseguir apoyos, contactar a personas altruistas que becan a los niños y sus familias, para darle rehabilitación física y psicológica, hacemos énfasis en la terapia de lenguaje.

"Tenemos equipo de médicos, especialistas y conseguimos los estudios a través de instituciones públicas. Organizamos eventos para obtener recursos y pagar el personal profesional que trabaja aquí. Conseguimos convenios para el pago de servicios, colaboración del DIF estatal, municipal e incluso con empresas socialmente responsables comprometidas con la causa”, agregó.

Susana reconoce que uno de los motores de impulso del centro es el patronato, presidido por Melba Rosa Achach, quien lidera un equipo que dedica tiempo y amor para que la fundación siga beneficiando a las familias de bajos recursos que necesitan que sus hijos tomen terapias. 

Con la visión productiva que corre por sus venas, Susana promueve en la institución talleres de costura, joyería, horticultura y cocina.

Energía para seguir

Mientras habla de los beneficiados que se atienden en el lugar, sus ojos miran hacia el salón principal donde se realizan las terapias. “Esta labor me ha dado, más que satisfacciones, energía para seguir adelante”, indica Susana, agente activo de la sociedad que es partícipe de causas que benefician a sectores vulnerables, “porque apoyándolos se ayudan a sí mismo y abonan para hacer del mundo un mejor lugar para vivir”. 

Perfil

• Susana Aguilar Covarrubias nació en Valladolid, Yucatán, el 30 agosto. 
• Es Licenciada en Derecho egresada de la Universidad Autónoma de Yucatán.
• Tiene más de 20 años de carrera como abogada.

Trayectoria

• Fue presidenta del Comité de Damas del Club Libanés.
• Fue miembro del Comité de la Asociación de Alumnas del Colegio Mérida.
• Presidenta de mujeres profesionales en Derecho “Antonia Jiménez Trava”, 2002- 2004.
• Tiene más de 20 años de carrera  como abogada.
• Forma parte del Consejo 2012-2016 de la Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Yucatán, que es presidido por el comisionado Edgardo Jesús Martínez Menéndez.