Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy toca a los lectores contar sus experiencias y relatos paranormales, en esta ocasión el señor Sebastián Pech se comunicó para platicarnos sobre una “sombra mala” que se deja ver en sitios como Sitpach y Cholul, comisarías meridanas que se ubican una frente a la otra.

Don Sebastián afirman que su tío, de nombre Marcial Pat, le ha platicado que hace muchos años sus abuelos hablaban sobre “la sombra que te persigue”, refiriéndose a una sombra que tenía vida y que espantaba hasta al más valiente, y que por si fuera poco también emitía sonidos.

Nuestro entrevistado recuerda que fueron muchos en ambos pueblos los que tuvieron fiebre y se enfermaron por varios  días luego de haber visto y sido perseguidos por esta extraña sombra, la cual los curanderos decían se trataba de un mal aire o mal viento que se había quedado en el pueblo y que era muy difícil hacer que se fuera.

Afirman que esta sombra se veía tanto al mediodía como a medianoche; aunque durante el día era más fácil evitarla (parándose en lugares donde no se proyecta sombra), lo cierto es que también causaba temor ya que emitía un ruido, una especie como siseo similar al de las serpientes de cascabel.

Pero dicen que todo lo malo trae algo de bueno, y en este caso, el temor que había entre la gente a cargar con el mal aire y enfermarse, provocó que en las noches fueran menos los trasnochados y borrachitos que normalmente se quedaban en los alrededores de la plaza a hacer cosas no precisamente decentes, aunque al principio no lo creían, cuando se dieron cuenta de lo que les pasaba a algunos de sus compañeros, preferían irse a sus casas temprano que seguir con la parranda.

Con el paso de los años, comenta don Marcial, la “sombra que te persigue” se fue, dicen que gracias a los rezos insistentes del Párroco y por una liberación que hicieron; pero por desgracia eso propició que los borrachitos salieran de nuevo, aunque en este caso ya eran menos, así como los pleitos y zafarranchos que propiciaba el alcohol.

Don Sebastián –actualmente de 48 años de edad- recuerda que cuando era niño alcanzó a ver a esa sombra, pero no le dio importancia: “quizás porque era un chamaquito y era muy inocente, la vi pasar y pensé que era algo natural, se lo dije a mis amiguitos y a mis primos, pero se burlaron de mí, la vi tal y como me la describió mi tío muchos años después”, finalizó.

Hace poco más de un año, cuando acudí a Sitpach a realizar una investigación en la famosa “casa embrujada”, algunos pobladores me hablaron sobre el caso de la “sombra”, pero hasta el momento no existen evidencias ni reportes nuevos al respecto.

También en Izamal han reportado haber visto esta sombra a principios del siglo pasado y en tiempos recientes, pero hasta el momento todo se ha quedado en relatos.