Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Alfredo Dájer Abimerhi, desde ayer exrector de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), se despide de su cargo tras un periodo que consideró lleno de retos complejos, aportaciones y pendientes, ya que quedaron en el tintero trabajos de infraestructura para el desarrollo de campus.

Fue el decimocuarto rector de esta universidad, desde la fundación en 1922, y el cuarto desde el otorgamiento de la autonomía de derecho, en 1984.

El médico veterinario destacó que se va en números negros y no hereda pendientes económicos en la administración de esta casa de estudios.

Como parte del cierre de su ciclo en noviembre pasado, se presentó al pleno del Consejo Universitario la propuesta del proyecto de presupuesto para 2015 y que en los rubros de egresos y de ingresos asciende a dos mil 207 millones 162 mil pesos, además de 49 millones 58 mil pesos que la universidad obtendría vía concursos ante las instancias federales, con el fin de continuar con el crecimiento en infraestructura.

“Hubo muchos retos. Fue una experiencia de mucho aprendizaje todos los días, de contacto con las personas, de conocer a la gente y escuchar lo que necesitaban”, apuntó el exrector, quien lidió en los últimos dos años con los problemas de pago al personal y la exigencia de los sindicados por respetar el contrato colectivo de trabajo.

También destacó que simultáneamente se registraron logros a los que prevén se den continuidad.

“Dejamos un proyecto de atención a los estudiantes; la unidad académica de interacción universitaria en el sur de la ciudad, para atender jóvenes de escasos recursos, una joya de la administración; también la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán, la infraestructura nueva y moderna de la universidad, y sobre todo el posicionamiento, pero nos falta construir la nueva Facultad de Contaduría, en el campus de ciencias sociales, y algunas instalaciones para la convivencia de la comunidad educativa como campos deportivos y para actividades culturales”, abundó.

Le auguró mucho trabajo y retos a su sucesor, José de Jesús Williams, quien tendrá la tarea de preservar los programas, que considera exitosos y propondrá otros para enriquecer la casa de estudios. 

Aumentó la matricula a 23 mil personas

Persiste el crecimiento sostenido de la comunidad educativa, que era de 21 mil 998 estudiantes en el ciclo 2011-2012, a 23 mil 92 en 2013, lo que  significa  un incremento de cinco por ciento. Tan sólo en bachillerato aumentó de 2007 a 2013 un 31.5 por ciento.

“Dejamos una universidad que retomó su enfoque social, hoy día trabaja más que nunca para atender a los jóvenes y sus necesidades de formación, y ha incrementado su matrícula”, dijo Dájer Abimerhi.