Algunas conductas en bebés son signo de mal neurológico

Especialista afirma que las madres son las que deben darse cuenta de las señales que den los pequeños, como que sea muy asustadizo e irritable.

|
Marisa Solís Chan, especialista en Rehabilitación Neurológica, durante la charla que ofreció en el CIR 'Hideyo Noguchi'. (Amílcar Rodríguez).
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- 'Al estar más cerca de sus hijos, las madres deben observar su comportamiento para detectar factores de riesgo y signos de alarma que nos orienten a la sospecha de una afección neurológica, con el propósito de buscar ayuda profesional de manera oportuna', comentó Marisa Solís Chan, coordinadora de la Licenciatura en Rehabilitación de la Facultad de Medicina de la Uady.

Al impartir la conferencia 'Bajo la lupa de mamá', durante la Semana Internacional del Cerebro en el Centro de Investigaciones Regionales 'Dr. Hideyo Noguchi', Solís Chan dijo que el bebé puede presentar problemas neurológicos en lo cognitivo, sensorial, motor y de comportamiento. 

Entre los signos de alarma mencionó que es necesario estar alerta cuando el bebé se atraganta frecuentemente, ya que puede deberse a una posición inadecuada de la cabeza o a una mamila con un agujero muy grande, pero también puede ser por daño neurológico y el niño no puede regular adecuadamente la función de succión y respiración.

La especialista dijo que otro signo que puede indicar anomalía neurológica es cuando el niño es muy irritable y no se tranquiliza cuando la madre lo amamanta y se asusta constantemente; se avienta para atrás, se arquea y su cuerpo se observa tenso.

'Otro signo que podemos mencionar es que entre los cuatro y seis meses de edad los niños normalmente comienzan a voltear, pero hay algunos que son incapaces de ponerse de lado para alcanzar algún objeto interesante, que les llame la atención. Lo intentan pero no pueden lograr este movimiento. Un niño sano lo debe de hacer solo', expresó.

Agregó que si a los ocho meses de edad, el niño no es capaz de sentarse y tomar una galleta con la mano, puede presentar algún daño neuronal. Es señal de alerta si el bebé toma la galleta pero no coordina sus movimientos para conseguir llevársela a la boca. 

'Un bebé de ocho meses ya debe sentarse bien. El niño que presenta algún daño no es capaz de mantenerse en esta posición y al sentarse se va hacia atrás', explicó.
 
En la alimentación, mencionó la especialista en rehabilitación, es importante observar el cambio de tono en la piel al momento de que el bebé se atraganta y también en ocasiones, los niños permanecen mucho tiempo con la lengua por fuera. Estos son signos de algún posible daño del cerebro.

Lo más leído

skeleton





skeleton