Yucatán celebra la Semana Santa con oración, ayuno y reflexión
Con el inicio de la Semana Santa, la población católica expresa su devoción con ayunos, confesiones, y participa de las actividades programadas en las iglesias.
Para muchos yucatecos, la Semana Santa no es solo un período vacacional, sino un tiempo espiritual que se vive con fe, pues desde hace varios días, hombres y mujeres de diferentes edades se acercan más a Dios a través de diversas actividades religiosas que han pasado de generación en generación.
Desde el Domingo de Ramos, la gente acudió a las iglesias con palmas en mano, símbolo de esperanza y protección, pues este acto marca el inicio de una semana en la que muchos buscan limpiar su interior a través de la oración, el ayuno y los sacramentos.
“Es una semana para detenernos y pensar en lo que realmente importa. Dejo a un lado el ruido del día a día y me concentro en hablar con Dios, él siempre está para mí y yo debo estarlo para él”, comentó don Ricardo Pech, vecino del fraccionamiento Del Parque.
Durante el Jueves y Viernes Santo, las parroquias se llenan de fieles que participan en las misas solemnes, el lavatorio de pies y la adoración del Santísimo, no obstante, la tradición de visitar los Siete Templos también sigue vigente, especialmente entre los adultos mayores, quienes ven en este acto una manera de acompañar espiritualmente a Jesús en su pasión.
Así mismo, uno de los momentos más especiales para muchas comunidades es la Vía crucis, pues tanto jóvenes y adultos representan la Pasión de Cristo con un profundo sentido de respeto y entrega o por lo menos así lo expresó Mariana Uicab, quien años anteriores encarnó a la Virgen María.
“No es una actuación. Es una forma de decirle a Dios que estamos aquí, que no lo olvidamos, al contrario, lo tenemos presente y nos encomendamos a él”, expresó.
Por otro lado, en las casas, es común que se coloquen altares con veladoras, imágenes religiosas y flores y también que se entre en ayuno o se limite el consumo de carne roja, especialmente el Viernes Santo, por ello se preparan platillos como el pescado frito, las tortitas de papa, panuchos de huevo o papadzules, entre otras comidas muy típicas de la región.
Para doña Ernestina Poot, el confesarse y asistir a misa durante estos días es otra forma en la que los yucatecos buscan acercarse más a Dios, pues para muchos, se trata de una oportunidad para pedir perdón, renovar su fe y empezar de nuevo.
“Es importante confesarnos porque queremos recibir el cuerpo de Cristo y la Pascua con el alma limpia. No hay nada mejor que tener una buena comunión con Dios”, opinó.
Finalmente, durante el Domingo de Resurrección, las familias se reúnen para celebrar la vida y la esperanza que representa la resurrección de Cristo, por ello desde temprano acuden a la homilía matutina para escuchar el mensaje que narra como el hijo del hombre descendió al infierno y venció a la muerte.