WilliamSierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Popularmente más conocida como el Día de Reyes, el 6 de enero la Iglesia celebra la fiesta litúrgica de la Epifanía del Señor, es decir, la manifestación de Jesús, al darse a conocer a todas las naciones.

Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanía tres eventos: ante los Reyes Magos, a San Juan Bautista, en el Jordán y a sus discípulos y comienzo de su vida pública con el milagro en Caná.

“De todas, la epifanía más celebrada es ante los Reyes Magos, festejo que gira en torno a la adoración del Niño Jesús”, dice el Pbro. Pablo de la Cruz Chan Che.

“Los Tres Reyes Magos son una expresión de dar a conocer a Dios, al mundo entero, a todas las culturas. Igual es una manera de explicar este misterio mediante la presentación o visita que hacen estos personajes de la tradición cristiana”, añade. 

De hecho, reiteró que a través de estos personajes se logra significar esa manifestación de la Epifanía de Jesús.

En ese sentido, el sacerdote explicó que cada uno de esos personajes, surgidos de una tradición popular, que ha ido creciendo, se representa en cada uno de ellos un continente o una cultura.

“Es decir, el hombre en sus diferentes expresiones se presenta ante Dios y se da a conocer”, enfatiza.

En nuestro caso en Yucatán, abunda, hay una devoción, muy arraigada, hacia esos personajes  mediante la cual es vista como una manera o medio para que acercarse más hacia Jesucristo y que todos puedan ser partícipes  de este misterio, de conocer a Dios.

“La Fiesta es la Epifanía del Señor, significa ’manifestación’, darse a conocer al hombre”, reitera.

Reconocimiento del mundo pagano

Mientras en oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra la revelación de Jesús al mundo pagano.

La adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús es señalada como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el Salvador de toda la humanidad.

A estos magos se les conoce como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones del oriente del Mediterráneo, que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento, esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios.

De acuerdo con una nota dada a conocer en la página oficial del Vaticano, del pasaje bíblico, se sabe que esos personajes son magos que vinieron de oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra.

De la tradición de los primeros siglos se dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar.

Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron llevados a Colonia (Alemania), donde permanecen hasta la fecha.

El hacer regalos a los niños el 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que “lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mí me lo hacéis” (Mt. 25, 40).