Wendy Montalvo/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Con el objetivo de que los vecinos de la zona convivan y conserven los espacios públicos, el Centro INAH Yucatán participó en la recuperación de cinco parques ubicados en el municipio de Mérida, en los que realizó trabajos de restauración, rescate de estructuras y materiales arqueológicos y eliminó los grafitis.

Los espacios en los que se trabajó son

• Parque de la colonia Salvador Alvarado Oriente
• Parque de Dzoyilá, ubicado en el fraccionamiento Reparto Granjas 
• Chen Hó, en el fraccionamiento Del Parque
• Xanilá, en Caucel, y en el de Juan Pablo II

María Fernanda Escalante Hernández, Natalia Hernández Tangarife y Claudia Ocampo Flores, conservadoras-restauradoras del Centro INAH Yucatán, explican que estos son espacios que por su relevancia arqueológica y en algunos casos como área verde dentro de la mancha urbana se conservan, por eso en algunos casos son parques arqueológicos y en otros también son ecoarqueológicos.

Si estos espacios tienen estructuras arqueológicas, interviene el INAH. En ocasiones, los vecinos denuncian porque los parques están sucios o tienen grafitis, por este motivo especialistas de la institución trabajaron en dos vertientes: directamente con la comunidad y en la conservación de estructuras y la eliminación de grafitis.

Además del trabajo en los parques, colaboran con la subdirección de Patrimonio del Ayuntamiento de Mérida ofreciendo pláticas en las escuelas, para crear conciencia de la importancia de estos espacios y su conservación.

En esta ocasión el INAH laboró en conjunto con la Sedesol y el Programa de Empleo Temporal en la limpieza y consolidación de las zonas, pero especialmente en la eliminación del grafiti al 100 por ciento, tarea que se logró.

Las especialistas explican que se invitó a trabajar en los parques a la gente que vive cerca, de manera que al terminar las labores sean ellos mismos los que cuiden estos espacios. En las tareas, que duraron tres meses, participaron 20 personas.

En todos los parques el trabajo más fuerte y más importante fue la eliminación de los grafitis, una labor complicada porque la pintura se impregna en la piedra caliza. Por ese motivo trabajan con un gel que los especialistas del INAH crearon para esta tarea. Antes de usarlo se hicieron pruebas para determinar los solventes adecuados para que el proceso fuera menos dañino para las estructuras.