José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA.- María Alondra Peña Pech, de 20 años de edad, quien fue una de las primeras pacientes yucatecas en recibir un producto derivado de la planta de la mariguana para el tratamiento de la epilepsia refractaria (Síndrome de Lennox-Gastaut), luego de tres años de evolución ha mejorado en muchos aspectos con esta terapia.

Su padre, Francisco Peña Herrera, mencionó que la joven de 20 años de edad, en la actualidad presta mayor atención, está más alerta y las crisis que padecía han disminuido hasta un 75 por ciento en comparación a las que presentaba al inicio del uso del cannabis medicinal.

“Alondra mantiene una mejor postura que antes; cuando permanecía cabizbaja y con mucha salivación. Ya es capaz de mantener la cabeza erguida, con menos salivación; ésta última es generada en parte por los fármacos, que impiden su control. Ya entabla un poco de comunicación, cosa que había perdido, pues se mantenía callada todo el día.

Tenemos confianza en que pronto comenzaremos a disminuir fármacos, que le causan más daños a los órganos vitales”, narró el señor Peña Herrera.

Mencionó que actualmente, Alondra acude a terapias por la mañana al Patronato Construyendo Sonrisas y por la tarde, a la Asociación de Rehabilitación Integral A.C. Yatzil Itzayana”, lo que le ayuda a mejorar sus habilidades.

Como informamos en su oportunidad, Alondra comenzó a recibir tratamiento en 2015 con un producto derivado de la planta de la mariguana para la epilepsia refractaria (Síndrome de Lennox-Gastaut), prescrito por Saúl Jesús Garza Morales, Especialista en Pediatría, Neurología Clínica General y Neurología Pediátrica.

El doctor Garza es el mismo que trató a Grace Elizalde, quien vía histórico amparo de un juez obtuvo el primer permiso para la importación de un producto con fines medicinales en México.

Alondra nació con hipoxia neonatal (sufrimiento fetal) y retardo del desarrollo; posteriormente, a la edad de 12 años comenzó a padecer de epilepsia refractaria de difícil control.

Las convulsiones generalizadas en Alondra eran muy graves y no era posible controlarlas con medicamentos.

El IMSS de Yucatán, agotó todas las posibilidades de tratamiento y fue enviada al Centro Médico Nacional La Raza, en la Ciudad de México en donde fue sometida a una cirugía conocida como callosotomía, que consiste en separar los dos hemisferios del cerebro con el fin de evitar la propagación de las cargas eléctricas que producen las crisis epilépticas y reducir los episodios convulsivos.

Alondra fue sometida a este procedimiento en 2016. Sin embargo, no hubo mejora significativa y los eventos convulsivos continuaron. El IMSS dio de alta a la paciente y sus padres Francisco Peña Herrera y Lízbeth Pech Estrella decidieron recurrir al Instituto Nacional de Neurología, en donde luego de una serie de estudios en el año 2015, se le realizó otro procedimiento de callosotomía.

Los fuertes episodios de epilepsia continuaron a pesar de las dos cirugías a las que se había sometido la joven, además de que se le administraban cinco fármacos.

Ante tal situación, el doctor Saúl Garza, a quien acudieron los padres de Alondra, les propuso utilizar el aceite de cannabidiol.