Zona arqueológica de Dzibilchaltún, listo para el equinoccio
El INAH, informó que el evento tendrá lugar los días 20 y 21 de marzo, en el que se espera la asistencia de alrededor de dos mil personas.
Cada año, durante el equinoccio de primavera, cientos de visitantes se congregan en la zona arqueológica de Dzibilchaltún, ubicada a 12 kilómetros al norte de Mérida, para ser testigos de un fenómeno arqueoastronómico que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Este 2025, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que el evento tendrá lugar los días 20 y 21 de marzo, al que se esperan asistan alrededor de 2 mil personas.
Para disfrutar del efecto de luz y sombra o también conocido como “puerta de luz”, la zona arqueológica de Dzibilchaltún abrirá los días 20 y 21 de marzo. El acceso de vehículos estará permitido a partir de las 4:30 de la mañana, y desde las 5 de la mañana se permitirá el ingreso hasta el Templo de las Siete Muñecas para presenciar el fenómeno al amanecer (ocurre alrededor de las 6 de la mañana). El resto del sitio podrá visitarse a partir de las 8 de la mañana. El cierre será a las 5 de la tarde.
Se recomienda a los visitantes llegar con suficiente anticipación, usar ropa y calzado cómodos, y llevar agua y protección solar. Es importante respetar las indicaciones del personal del INAH, para garantizar una experiencia segura y enriquecedora.
De acuerdo con el INAH, el principal atractivo de Dzibilchaltún durante el equinoccio es el Templo de las Siete Muñecas, una edificación de finales del Clásico Medio (alrededor del año 750), cuya arquitectura y alineación con los cuatro puntos cardinales sugieren una función astronómica y calendárica. Durante los equinoccios de primavera y otoño, al amanecer, los rayos del Sol atraviesan las puertas del templo, creando un espectáculo de luz que simboliza el inicio de una nueva estación.
La observación del equinoccio en Dzibilchaltún no solo ofrece una experiencia visual impresionante, sino que también permite a los asistentes conectarse con las prácticas astronómicas y ceremoniales de la antigua civilización maya. Este evento es una oportunidad para reflexionar sobre la relación entre el ser humano y los ciclos naturales, tal como lo hacían nuestros antepasados.
Además del Templo de las Siete Muñecas, Dzibilchaltún cuenta con otras estructuras de interés, como estelas bellamente talladas y un cenote de aguas limpias, que invitan a los visitantes a explorar y apreciar la riqueza cultural y natural de la región.