Aberraciones partidistas

El Partido Encuentro Social (PES), de escasa militancia partidista encabezado por Gregorio...

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El Partido Encuentro Social (PES), de escasa militancia partidista encabezado por Gregorio Sánchez Martínez, se aventó la puntada de solicitar al Congreso del Estado su aprobación para que se legisle en contra de los ciudadanos que no voten en las elecciones.

Como si no hubiera asuntos de mayor importancia política, el ex presidente municipal de Benito Juárez (Cancún) y frustrado candidato a la gubernatura demuestra que algo anda mal en su cabeza, al proponer tamaño desfiguro que de igual manera sería una aberración si la legislatura local lo aprobara.

Si muchos ciudadanos se abstienen de votar es sobre todo por una razón: no tienen confianza en los candidatos, quienes una y otra vez han traicionado con sus acciones los anhelos del pueblo por construir un mejor Quintana Roo.

En lugar de buscar multar a los que no voten, el partido de Greg Sánchez debería tener más cuidado en seleccionar a sus candidatos entre personas honorables que por supuesto sí existen.

En cambio, se privilegia el compadrazgo, el amiguismo y todos aquellos “valores” que se han convertido en un obstáculo para que los cargos de elección popular queden en manos de los mejores hombres y mujeres.

El mayor problema para nuestra democracia es que la sociedad tiene una gran desconfianza en sus autoridades, el tiempo siempre desenmascara a aquellos que cuando son candidatos, ofrecen cualquier cosa descabellada que por supuesto no podrán cumplir al llegar al gobierno.

En lugar de querer casi criminalizar a los ciudadanos, los del PES deberían pugnar porque los partidos políticos reciban menos recursos económicos para realizar sus actividades partidistas o modificar la ley electoral, para que  puedan recibir dinero privado pero con sus respectivos candados, con el objetivo de evitar la participación de organizaciones criminales.

Los mexicanos hemos sido testigos y víctimas de políticos corruptos que a la par que se han enriquecido de manera descarada, han sumido en la pobreza a millones de personas a las que ahora, incluso, se les quiere tratar como delincuentes al multarlos por no votar.

Si quieren realmente sumar esfuerzos y talento para construir una verdadera democracia, donde la participación de la ciudadanía no se circunscriba a acudir a las urnas, sino en influir en la toma de decisiones del poder, los mismos partidos tendrían que transformarse en otra cosa que no sea una agencia de colocaciones.

El PES es un partido nuevo, que se formó gracias a la benevolencia de las leyes electorales de nuestro país, puesto que los requisitos que exigen son demasiado fáciles de cubrir.

No por haber más partidos habrá más democracia sino al contrario: lo único que ocurre es que se dilapida más dinero para sostener partiditos sin representación ni militancia y que terminan en manos de unos cuantos vivales que se enriquecen con el pretexto de que hacen política en beneficio de la sociedad.

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