Pide ayuda al prójimo para poder sobrevivir

Leticia Martínez de 67 años, se encarga de abrir la puerta a quienes entran y salen del edificio de la CAPA en Chetumal.

|
De lunes a viernes, acude desde temprano para iniciar su jornada laboral, y abrir la puerta las veces que sean necesarias. (Enrique Mena/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Con la esperanza de obtener unos cuantos pesos al día para su manutención, Leticia Martínez Martínez se ocupa del gesto amable de abrir la puerta de entrada-salida del edificio de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) desde hace un año.

A sus 67 años de edad no le queda más que buscar alternativas de supervivencia, aún cuando hace dos años, dice, le practicaron cirugía en el hígado por amenaza de una enfermedad cancerígena. Unos se detienen a dar una moneda, otros pasan de largo sin darle las gracias.

Tras la operación sólo le queda un “pedacito” de hígado que apenas le permite el caminar diario. Desde temprana hora, de lunes a viernes, acude a las afueras de la dependencia estatal para conseguir el preciado recurso financiero.

Allí abrirá la puerta tantas veces como sea necesario para los usuarios que entran y salen en busca de pagar el suministro.

El permiso para que pueda ejercer esta actividad al interior del recinto oficial le fue dado por las mismas autoridades estatales a cargo.

Es desde los 13 años que radica en Chetumal, originaria de Ciudad del Carmen, Campeche. A esa edad contrajo matrimonio con un individuo que, por el maltrato físico del que fue víctima se vio en la penosa necesidad de huir de él a los pocos años.

Después del escenario que viviera, regresó a su ciudad natal y se enlistó por 16 años a las labores de Petróleos Mexicanos (PEMEX). Posteriormente hizo el intento de trasladarse a Veracruz pero en el trayecto sufrió un accidente automovilístico, donde un autobús chocó con otros vehículos en tramo federal y 79 personas fallecieran. Libró la muerte al arrojarse de la unidad en la que viajaba.

Tras la amenaza de amputárle una pierna, decidió aventurarse de nueva cuenta a Campeche para que especialistas médicos le salvaran la extremidad. Una contusión interna, como resultado del incidente, se le volvió cancerígena al no recibir tratamiento médico preventivo. Hace cuatro años se sometió a cirugía y logró recuperarse.

Sin familiares a quienes recurrir, optó por pedir la ayuda del prójimo, por lo pronto abrir la puerta es motivo para recibir el apoyo económico.

Lo más leído

skeleton





skeleton