Stephani Blanco/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Cancún ya cuenta con el primer Parque Tecnológico, en el cual se invirtió un millón de dólares en una primera etapa para detonar la industria creativa, retomando la idea de que las mejores empresas nacieron en una cochera, por ello lleva el nombre de Tech Garage. 

Se ubica en el Autódromo de la ciudad y será el punto de encuentro de las mentes creativas que desarrollen software, aplicaciones y proyectos relacionados con las tecnologías de la información. 

El lugar funcionó anteriormente para una empresa de renta de automóviles y las instalaciones sólo fueron adaptadas, por ello la zona de garaje se utilizará como oficinas, donde las mentes creativas desarrollarán sus proyectos. 

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Para ser parte de uno de los proyectos más ambiciosos de las Tics, se tendrá que pagar una membresía, aunque habrá becas para alumnos o desarrolladores que van desde 20 hasta 100%, adelantó Marco Erosa Cárdenas, vicepresidente Sur-Sureste de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti).

Hasta el momento hay 10 empresas que desean formar parte del proyecto, pero la intención es que participen compañías no sólo de la entidad, sino de todo el país, ya que buscarán firmar un convenio con otros parques tecnológicos para hacer intercambios. 

“Los acuerdos serían no sólo a nivel nacional, sino con parques internacionales, por ahora nos interesa Estados Unidos y Canadá, que pongan un área de investigación en el parque”, explicó Erosa Cárdenas. 

Incentivarán a empresas turísticas

Dentro del lugar, la intención será incentivar a grandes empresas del ámbito turístico que tengan un área de innovación y desarrollo, lo que les permitirá hacer y tener nuevas tecnologías que sirvan a su empresa.

“En el lugar, una persona encontrará proyectos de emprendimiento, así como desarrolladores ya consolidados que podrán intercambiar ideas y generar entre sí nuevos proyectos”, agregó. 

El lugar no sólo apoyará a la industria de la tecnología, también a alumnos de gastronomía de una o diversas casas de estudios, para que realicen sus prácticas profesionales en la cocina y bar del lugar, ya que al permanecer abierto todos los días y más de 10 horas diarias requiere de áreas para comer. 

Funcionaría como una incubadora de negocios gastronómicos y los estudiantes estarían desde seis meses a un año.