Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Tras la nota publicada el pasado jueves por Novedades Quintana Roo, sobre el disfrute de unos turistas bajando de la embarcación Heavenly, en la marina Chac Chi de la zona hotelera, con un ejemplar de tiburón toro, como se aprecia claramente en la imagen, la cooperativa insiste que se trataba de un cazón. 

El tiburón toro (Carcharias taurus) vive cerca de las costas tropicales, los arrecifes, tiene un tono gris y blanco en la parte inferior, su cola es alargada con un largo lóbulo superior y un pico precaudal, puede alcanzar un tamaño de tres metros de largo y puede llegar a pesar 230 kilogramos.

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No es una especie amenazada, ni en peligro, sin embargo, en muchos lugares son objeto de pesca por su carne, piel y aceite, por lo que es probable que su población esté disminuyendo, de acuerdo a estudios por expertos, su longitud media ha bajado notablemente durante las últimas décadas.

El cazón es de la familia de los tiburones, tiene una talla hasta dos metros, aunque los más comunes llegan a un metro 50 y pueden pesar hasta 45 kilogramos, su hábitat es entre los 40 y 100 metros de profundidad, su cuerpo es alargado y puntiagudo, de color grisáceo con tonalidades marrones, más claro hacia el vientre.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas inglés) clasifica este pez como vulnerable, pero no en peligro de extinción.

“Hace dos años que le tengo advertido a los capitanes de las embarcaciones que no capturen ningún ejemplar de tiburón a pesar que la ley permite uno al día excepto los que están protegidos por la Norma Oficial Mexicana, para evitar problemas con los ambientalistas”, dijo Gaspar Paredes Cardenia, socio de la cooperativa Chac Chi. 

Comentó que ese día, el Heavenly cuando ancló en la marina lo hizo con el registro de un cazón y dos pescados de la especie coronado.

La marina cuenta con 10 embarcaciones para la pesca deportiva, esta es una temporada buena para ellos, en la que al día siete embarcaciones salen con turistas nacionales y extranjeros aficionados a esta modalidad, los estadounidenses son los que más la prefieren, agregó.

Lo que pescan los turistas cuando llegan a la marina pueden prepararlo y comérselo; también tienen la modalidad de captura de una especie en peligro de extinción como el pez vela, los marlines, tomarse una foto y luego devolver la especie al mar.