Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Por tercera ocasión, el kínder “José Emilio Pacheco” de Villas del Mar III, en la Región 248, sufrió de actos vandálicos. 

“No estamos dispuestos a que los chicos pierdan clases por este tipo de hecho; hasta miedo ya nos da que se atrevan a venir en horario de clases, pues asaltan hasta al mediodía y no hay seguridad ninguna, la policía no llega acá”, dijo Gabriela Cervantes Leal, tesorera de la Asociación de Padres de Familia. 

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Desde noviembre se tiene notificado este tipo de actos, pero ya han dejado amenazas a docentes y los pequeños que van a ese plantel; ya todos temen por la integridad física y que les ocurra algo a algunos de ellos, comentó.

Desde el periódico mural comenzó todo; los vándalos lo bajaban y lo destruían; luego se encontró un cuerpo en la esquina y la policía sigue sin dar rondines.

El 6 de enero, en el reinicio de las clases, luego de las vacaciones decembrinas, fue la segunda ocasión que entraron; por las condiciones en que dejaron los seis salones no hubo clases, incluso en dos salones hicieron necesidades, grafitearon los pizarrones y paredes; pero ayer los vándalos se atrevieron a despedazar más aún, o sea, cada vez entran con más fuerza, explicó.

Los docentes tuvieron que limpiar todo y la policía jamás llegó; lo único que les dijeron es que tomaran fotos ante la denuncia aquella vez al Ministerio Público; le dijeron a la directora que iban al siguiente día y si no llegaban, que regresara y les recordara el caso.

En esta ocasión llegaron las fuerzas policiales y les comunicaron que no podían hacer nada  porque no había nadie adentro.

Intuyen que los vándalos se brincaron las bardas, ya la mesa directiva había sacado el costo para asegurar las cortinas anticiclónicas y evitar que por ahí entraran, pero ahora resulta que forzaron las puertas.

Para los papás es imprescindible que se resuelva la situación; muchos no piensan llevar a sus hijos hasta que no haya seguridad en el kínder.

Los padres de familia levantaron pancartas en las que piden seguridad para sus pequeños, piden apoyo de elementos policíacos en la zona y que el Ayuntamiento de Benito Juárez estudie la situación y los ayude.

“Queremos que las autoridades ya hagan algo; puertas destrozadas, pintura regada en las paredes y el suelo, grabadoras dañadas y llenas de Resistol; utensilios de trabajo hechos añicos, todo revuelto e intransitable”, comentó la maestra Monserrat Sosa.

“Ahora han sido más agresivos que las veces anteriores; es preocupante darnos cuenta que nos encontramos entre la selva; mi salón estuvo muy destrozado la vez pasada; los padres horrorizados porque revisaron documentos, datos personales de los alumnos, desde nombre hasta dónde vivían”, señaló Leisi Martín, docente.

En la segunda ocasión que entraron tomaron nota de un papá que hasta lo amenazaron; en las bardas de protección hay grafitis en contra de los docentes y los alumnos en general; hay palabras obscenas en su contra e incluso en una de ellas hablan hasta de violaciones.

Son 180 alumnos de preescolar que toman clases en el turno matutino, con seis docentes, la directora y el intendente, más 90 pequeños en el turno vespertino, con tres docentes.

En la mañana acudió una supervisora de la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEyC); les recomendó que hicieran la demanda ante el Ministerio Público; en su caso les brindarán apoyo con recursos materiales e infraestructura, informó Ana Bertha Trujillo Encalada, coordinadora de Planeación de la SEyC en la zona norte.

Ponen denuncia ante el Ministerio Público

La directora del kínder “José Emilio Pacheco” de Villas del Mar III, junto con la presidenta del comité directivo del plantel, fueron a denunciar los hechos ante el Ministerio Público.

Quedó reflejada en la dependencia la averiguación previa 180/2016, por daños y lo que resulte en agravio de la escuela preescolar de la Región 248.

Llegó en la mañana la directora y refirió que a las 6:30 horas, el intendente le reportó que habían entrado a la escuela, por lo que de inmediato se presentó al plantel junto con la directora del turno de la tarde.

Declaró que en los seis salones, cuatro resultaron severamente dañados, se observaban desde cristales rotos hasta objetos tirados; todo en desorden; los techos y paredes pintados, una red de tubería de baños desprendida y frases obscenas en la barda de protección. 

En el sitio han ocurrido, además, diversos asaltos, desde los pequeños comerciantes que se ponían en los alrededores hasta algunas mamás en pleno mediodía, pues al estar el plantel rodeado de maleza, se presta para esos actos delictivos.