Stephani Blanco/ SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La venta de alcohol adulterado es atractivo para los negocios y empresas de banquetes ya que compran botellas a mitad de precio, sin embargo ponen en riesgo la salud y al sector.

Para Miguel Aznar Loeza, presidente de la Unión de Comerciantes en Cervezas, Vinos y Licores, A.C, es necesario que las autoridades refuercen los operativos y medidas para identificar que lo que venden es auténtico, y esto se puede comprobar mediante facturas a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) cuando realizan sus revisiones.

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“Creo que el alcohol adulterado es comprado principalmente  por empresas que realizan banquetes o para la preparación de cocteles, quienes compran hasta 50% más bajo de lo que cuesta,  y como se sirven las bebidas es difícil distinguir si cuenta con los sellos.

Laboratorios clandestinos

“Siempre he dicho que se debe hacer un control de las facturas, en el que desde que se compra se ponga el número de serie del holograma, esto es una buena medida ya que cuando se hagan  las inspecciones se comparen la botella contra la factura y el lugar en donde  se compró”, mencionó Aznar Loeza.

Recientemente en Cancún se encontró un laboratorio en el que se elaboraba alcohol y el representante de la unión prevé que no son los únicos clandestinos.

Actualmente hay más de 490 expendios en Cancún agremiados a la unión, los cuales se deben enfrentar a muchos  de clandestinos,  y la venta al mayoreo, de la cual el personal compra y suple por el inventario.

“Existen patentes que se dan como distribuidoras, y en el municipio sólo hay tres empresas: Corona, Superior  y una de cerveza artesanal, sin embargo es una práctica común, que lleguen vendedores y comercialicen a precio de mayoreo y hagan convenio con el personal para venderla y no reportarla al empresario o dueño del lugar”, mencionó.