Carlos Joaquín ante la percepción en seguridad

El quintanarroense olfatea los grados de seguridad, con su infalible termómetro del delito.

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“Somos el estado número nueve entre los más seguros del país, según todos los índices nacionales, pero en la percepción nos sentimos como si fuéramos el 23”, dijo el gobernador Carlos Joaquín González durante la entrega de nuevas patrullas a todas las corporaciones municipales y a la Policía Estatal. 

La percepción ciudadana fue el término predominante en el discurso del gobernador, cuya agenda ha sido invadida por el tema de la seguridad pública con sonados ataques en Cancún y Playa del Carmen. 

El quintanarroense olfatea los grados de seguridad, con su infalible termómetro del delito que va más allá del 23 sugerido ayer por Carlos Joaquín; el punto de comparación no lo tenemos con otras regiones carniceras del país –hablando sobre todo del chetumaleño–, sino en nuestro pasado con sus mares apacibles y delitos ocasionales, muchos de mínimo impacto como el robo de un marranito y pleitos de vecinos. Ahora la nota sanguinaria predomina en la prensa de papel y en las redes sociales, con muchos delitos ocurridos en nuestra colonia y ciudades cercanas.

“¿Qué vale más: una posición electoral o unos destinos turísticos que le dan de comer a casi dos millones de personas?”, preguntó el gobernador, consciente de que la seguridad –o inseguridad pública– es un tema que atrae el interés en todos los municipios, con sus tonalidades de rojo subido o pálido.

Carlos Joaquín dijo que todos los servidores públicos “trabajamos todas las horas para que en Quintana Roo haya paz y tranquilidad, y para eso hay que luchar también contra muchos que no lo quieren porque los actos de delincuencia no se generan desde las presidencias municipales o desde el gobernador; se provocan en muchos ámbitos en los que hay gente que busca desestabilizar, generar conflicto, violencia; gente que provoca que estos índices crezcan en búsqueda de beneficios económicos o para lograr posiciones de tipo político”. Interesante a la quinta potencia. 

Con la entrega de 162 patrullas a la Policía Estatal esta corporación ya cuenta con un total de 400; el contraste es de pavor, ya que al inicio del gobierno de Carlos Joaquín apenas contaban con 25 patrullas estatales operativas, lo que nos da una idea del criminal abandono de tareas en el fallido y tan despreciado período de Roberto Borge.

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