Angélica Gutiérrez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Los senos grandes son símbolo de belleza y sensualidad para las mujeres, sin embargo, en los hombres es un golpe a la autoestima en una sociedad machista. Son varios factores los que pueden provocar el crecimiento excesivo, uno de ellos, y el más peligroso, es el cáncer de mama.

Actuar a las señales de alerta 

Linda Andrade, encargada del área de cáncer en la mujer en la Jurisdicción Sanitaria número dos, informa que de cada 100 mujeres con esta enfermedad, un varón llega a tenerla, es poco común. Se recomienda estar alerta cuando una de las mamas crece más que la otra, tiene secreciones y es dura al contacto.

Explica que en ocasiones tener los senos grandes en la adolescencia se debe a contacto hormonal (estrógeno), otro de los factores importantes en el aumento es la obesidad.

Esto tiene mínimas complicaciones, sin embargo, se pueden presentar úlceras cutáneas y secreción con sangre en el pezón, si este es el caso se recomienda consultar inmediatamente al médico, ya que así se comienza a desarrollar el carcinoma.

En los hombres se detecta en una etapa avanzada 

También dijo que se puede detectar cuando uno de los senos crece sin razón alguna, se puede dar de forma similar al cáncer de mama femenino y puede aparecer a cualquier edad; el historial clínico es de suma importancia.

La supervivencia, en términos generales, es similar a la de las mujeres.

La impresión de que el cáncer de seno masculino tiene un pronóstico clínico peor, se debe al hecho de que suele diagnosticarse en una etapa más avanzada, porque no es tan habitual pensar en una enfermedad que se cree sólo padecen las mujeres.

La recomendación en estos casos es no esperar a que llegue a un tamaño importante, para que se pueda contrarrestar a tiempo.

Un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia y salvar vidas.

Gracias a las investigaciones y a una mayor concienciación general, los hombres aprenderán que, al igual que las mujeres, deben consultar al médico inmediatamente si detectan cualquier cambio persistente en las mamas, concluyó.