‘Algunas por momentos se quieren hasta suicidar’

Las víctimas no denuncian por temor a ser descubiertas por sus agresores.

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Rosi Orozco durante una plática con representantes de la Policía Federal. (Redacción/SIPSE)
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Arely Vázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Las investigaciones sobre el problema de trata de personas en Cancún se fortalecieron con el rescate de las 16 mujeres en enero de este año, dijo la presidenta de la Comisión Unidos contra Trata de Personas, Rosi Orozco, en su visita a este destino turístico.

“Desde los operativos que se hicieron en este enero, donde se rescató a varias mujeres, a raíz de ese tema tuvimos más apoyo del gobierno del estado, y siguen las averiguaciones sobre más casos en Quintana Roo”, explicó la activista mexicana.

La presidenta de la Comisión Unidos contra Trata de Personas, participa en el ciclo de conferencias “Haz que trascienda”, que se realiza desde ayer en el Centro de Convenciones de Cancún en la zona hotelera.

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La conferencista platicó que a pesar de las investigaciones que se hacen sobre este tipo de problemas, todavía existen mujeres que se quedan calladas y no denuncian por temor a ser descubiertas por sus agresores.

“Todavía falta trabajar más, cuanto más casos tengamos registrados mayor será el trabajo de las autoridades,  en particular en Quintana Roo sí nos dan su apoyo y respuesta, seguimos trabajando con ellos”, aseguró Rosi Orozco.

Son ya 10 años desde que la activista decidió apoyar a todas aquellas mujeres que son o han sido víctimas de trata de personas, y a pesar de que en este trayecto ha sido amenazada, aseguró que no piensa dejar de trabajar.

"Yo escogí este camino"

“Cuando tomé la decisión de ayudar en este tema, yo sabía a lo que me enfrentaría y mi esposo también, y no me voy a bajar ni a poner ahora como una víctima, yo sabía lo que se presentaría, pero no pienso bajarme, yo escogí este camino”, afirmó.

Rosi Orozco además aseguró que su gran satisfacción de ayudar a estas personas que han sido víctimas, es ver cómo salen adelante del problema y comienzan a tener una vida normal.

“Es muy gratificante ver como poco a poco van recuperándose, algunas por momentos se quieren hasta suicidar, pero es ahí cuando estamos nosotros y las apoyamos para que sigan adelante”.

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