Manuel Salazar/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Profesoras que por decisión personal han optado por acudir a sus centros de trabajo para reanudar el desempeño de su profesión como maestras de preescolar denunciaron hoy, acompañadas de padres de familia, presiones, amenazas y persecución de parte de quienes se dicen miembros del movimiento magisterial quintanarroense y que se oponen a la normalización de las clases.

Uno de los mensajes que recibieron dice textualmente: "Buenas tardes maestra hoy me da tristeza saber que usted ha doblado los brazos y se presentó a trabajar", seguido de: "Para mañana no hay un grupo de madres enojadas que bloquearán la entrada mejor no se presenten". 

Dos profesoras del jardín de niños “Pablo Montesinos”, ubicado en la colonia Francisco May de la cabecera municipal, explicaron que no han compartido la forma en que los profesores están reclamando una modificación que ya es ley y que les ha llevado a la radical postura de pedir la destitución de la secretaria de Educación, Sara Latife Ruiz Chávez, sin contar con argumentos válidos para ello.

“No estamos de acuerdo, lo externamos en una reunión de padres de familia que realizó la directora y en la que se manifestó abiertamente que quienes quieran trabajar en sus grupos tenían la libertad de hacerlo, a la hora de venir a trabajar nos encontramos con que la escuela estaba tomada por supuestos padres de familia, muchos de los cuales no tienen ni hijos estudiando en nuestro plantel, con el apoyo de los padres de nuestros alumnos abrimos la escuela y estamos trabajando”, señalaron las docentes.

Jeremías Ramirez Dzul, padre de familia de esta escuela sostuvo: “entendemos que no reportan que hay maestras trabajando por que quieren hacer creer a las autoridades educativas y al gobierno que el movimiento de los maestros está fuerte y que todos están en desacuerdo con lo que están haciendo".

Agregó, "yo no entiendo por que exigíamos que los profesores cumplan, que se queden a trabajar y que sean más vigilados, ahora que la autoridad está haciendo eso que era nuestra demanda; dicen que hay padres de familia que no quieren aceptarlo, es algo incongruente”.

Sin embargo, las docentes demandaron a la Secretaría de Educación y a las autoridades civiles todo su respaldo para el trabajo que realizan debido a que han recibido en sus teléfonos personales mensajes intimidatorios en los que “les sugieren” no presentarse a trabajar o corren el riesgo de ser agredidas.