Año nuevo, gabinete de estreno

La tradicional 'tregua' navideña en la que los hervores de la grilla se apaciguan...

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La tradicional “tregua” navideña en la que los hervores de la grilla se apaciguan por un pequeño tiempo para disfrutar las fiestas decembrinas no tendrá lugar en la recta final de este 2017, que estará al rojo vivo por los amarres, negociaciones y definiciones de las alianzas partidistas para la contienda electoral concurrente, y por los movimientos que prepara el gobernador Carlos Joaquín González en su gabinete para arrancar a paso veloz el próximo año.

Pues si, el paciente mandatario que no realizó ningún movimiento impulsivo dentro de su equipo de trabajo en sus primeros 15 meses de gobierno, estudia con cautela el tablero de ajedrez político para mover sus peones, alfiles y torres desde ya, aprovechando la coyuntura que brinda el proceso electoral.

La decisión de Carlos Joaquín de iniciar el año nuevo estrenando gabinete tiene un fundamento sólido: no pretende mantener la inestabilidad característica de las épocas preelectorales durante todo el primer trimestre de 2018, sobre todo porque está muy consciente que se trata del año de consolidación de su proyecto de gobierno.

Por tal razón, las próximas dos semanas serán muy intensas dentro de la coalición “Por México al Frente” a nivel local, ya que muchos de los movimientos que anticipa el gobernador tendrán que ver con el juego político de las elecciones próximas.

De entrada, dos funcionarios que ya se pueden considerar fuera del gabinete son Julián Ricalde Magaña, titular de Desarrollo Social, y Juan Vergara Fernández, secretario de Finanzas y Planeación, quienes fueron “quemados” por la imprudente bocota del secretario de gobierno, Francisco López Mena, quien dicho sea de paso es uno de los que suena fuerte para ser relevado.

Pero los incesantes rumores que corren sin medida por los pasillos de Palacio de Gobierno y de las dependencias estatales son, en su mayoría, infundados, porque el gobernador ha guardado celosamente sus consideraciones para realizar los cambios y ajustes que considere pertinentes en su equipo de trabajo.

Lo que es un hecho, es que unos se irán con su bendición a participar en las elecciones, ya sea como candidatos o como coordinadores de campañas y estrategas para el Frente; otros serán sujetos de enroques –para bien o para mal–, y otros tantos serán removidos y enviados a alguna posición donde ayuden mucho no estorbando.

Las quinielas de quién se va y quién se queda están a la orden del día, y vaya que sobran candidatos con méritos para ser los favoritos a quedarse en el limbo, pero la decisión es exclusiva de Carlos Joaquín quien se caracteriza por no tomar decisiones a la ligera.                               

                                                        ¿Quién suplirá a Juan Vergara?

El embarazoso traspié de Francisco López Mena dejó claro que Juan Vergara Fernández, uno de los hombres fuertes del gobernador, está ya con su renuncia en la mano decidido a saltar a la aventura de una candidatura para diputado federal.

El movimiento aún no consumado no resulta tan sorpresivo, pues las intenciones de buscar un puesto de elección popular de Juan Vergara no son nada nuevas, pero sí es preocupante porque el funcionario ha rendido buenas cuentas al frente de la Sefiplan y no hay en la baraja una carta de reemplazo con su expertise en el mundo de las finanzas y los asuntos contables.

Juan Vergara logró poner orden en el caos, lo que le valió reconocimientos al estado en materia de transparencia financiera y otros galardones. También se ha pagado la mayor parte de las deudas heredadas con proveedores y con prestadores de servicios a los que durante el gobierno de Roberto Borge no se les hizo llegar los pagos retenidos al salario de los burócratas.

De allí la pregunta: ¿quién podrá mantener la buena marcha de las finanzas estatales? ¿Quién suplirá a Juan Vergara?

Claro, también está latente la posibilidad de que el todavía secretario se vaya pero nomás tantito, dejando su “espíritu” manejando los hilos de la importante secretaría esté donde esté.

Ya veremos en enero. ¡Al tiempo!

 

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