Itzel Cahn/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Los más de tres mil árboles de Navidad naturales que llegarán a Quintana Roo fueron supervisados durante esta semana, con la finalidad de evitar el ingreso de plagas.

Como cada año, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realiza inspecciones en las zonas fronterizas del país para verificar que los árboles navideños que son importados estén en condiciones idóneas.

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La Profepa reportó que en la aduana de Nuevo Laredo, algunos árboles tenían la plaga conocida como “Gorgojo de las ramas”, mientras que otros presentaron “palomilla agallera”, ambas están clasificadas en la Norma Oficial Mexicana (NOM)-013-Semarnat-2010.

Al detectar estas plagas, los árboles que serán enviados a la entidad fueron sometidos a las pruebas que realiza la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Dichos árboles son trasladados desde Oregón, Estados Unidos y llegarán a los distintos centros comerciales a partir del 20 de noviembre.

Las inspecciones que se realizan forman parte del Programa de Verificación e Inspección a la Importación de Árboles de Navidad y al detectar alguna anomalía fitosanitaria, Profepa se encarga de dar aviso a las empresas forestales de donde provienen para así devolverlos.

Contagios de especies nativas

Cuando un pino cuenta con alguna plaga, el riesgo para que se contagien otras especies nativas es latente, ya que las personas pueden ser  quienes trasladen los organismos mediante la ropa.

Felipe Villanueva Silva, director de Ecología Municipal, comentó que apoyarán con esta supervisión en centros comerciales, pues de esta forma se evitará que la masa forestal de la entidad se vea perjudicada, además que a finales de diciembre anunciarán los puntos en donde podrán ser colocados para evitar que las personas los dejen tirados en la ciudad.

A la fecha, han ingresado más de 140 mil pinos forestales a México, principalmente por los estados de Chihuahua, Sonora, Tamaulipas y Nuevo León.

Las inspecciones continuarán hasta la primera semana de diciembre, período en el que llegan los últimos pinos a distintos puntos del país.