Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- A tres meses que un menor perdiera la vida, presumiblemente por consumir pollo asado en mal estado, los negocios de este giro no terminan de reponerse, pues una cuarta parte de sus clientes provenían de comunidades rurales, incluida Melchor Ocampo, de dónde provenía el niño difunto.

Graniel Salazar Cahuil, propietario del asadero “El Pollo”, ubicado sobre la avenida Libramiento, local que fue señalado inicialmente de haber expendido el producto supuestamente contaminado, indicó que ha recuperado el 40% de la clientela que perdió por este caso, pese a que se aclaró que fue otro establecimiento el que vendió el pollo en mal estado.

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Dijo que las personas provenientes de las comunidades rurales, que conformaban una cuarta parte de su clientela, dejaron de acudir a su negocio, “porque no se enteraron cuando se aclaró el asunto y se quedaron con la primera impresión,”, añadió.

Tras los sucesos de abril pasado, los más de 10 asaderos que se encontraban sobre la avenida Libramiento resultaron vieron como sus ventas se desplomaron en 90%.

No obstante, ahora en período de asueto, estos establecimientos son los más demandados por los viajeros, pues son una forma económica de alimentarse, pues venden paquetes, que alcanzan para hasta cinco personas, por 100 o 130 pesos.

Luciana Rodríguez Pantí, proveniente de Tabasco, es una de los tantos viajeros que adquirió un pollo, que degustó junto con su familia, atraída por su bajo costo.

“Es una forma económica de alimentarnos, pues es lo que nuestro presupuesto nos permite”, señaló.