Redacción
CANCÚN, Q. Roo.- Gran susto les dieron a los empleados de un restaurante de comida mexicana en la avenida Yaxchilán, donde sujetos armados entraron para robarse las ventas del día, ayer durante la madrugada.

Los hechos fueron reportados alrededor de las 7:30 horas, cuando el encargado del negocio llamó al número de emergencia del 911, para que enviaran a las autoridades correspondientes para investigar.

Elementos de la Policía Municipal y de la Policía Ministerial llegaron hasta la Supermanzana 22, sobre dicha avenida, en el restaurante “La Parrilla”, donde los trabajadores del lugar fueron víctimas de asaltantes.

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Los empleados dijeron que alrededor de las 2 horas cerraron el negocio para ponerse a limpiar, pero alrededor de las 3:30 horas entraron dos sujetos armados para amagarlos a todos y llevarlos a la cámara de basura.

Los empleados se quedaron encerrados como una hora y media, mientras escuchaban como el par de delincuentes revolvían el lugar, por lo que salieron hasta que dejaron de escuchar ruidos.

Fue entonces que se dieron cuenta que habían roto la caja registradora donde había unos 30 mil pesos de las ventas del día, pero también habían forzado una caja fuerte en el segundo nivel del restaurante, donde sólo había documentos.

Dijeron que primero avisaron al gerente del local y este fue quien llamó a las autoridades, para que atendieran el caso. Los ministeriales recomendaron al apoderado legal que se presente a denunciar lo sucedido.

Asalto a Café Nader

Poco antes del cierre del Café Nader, ubicado en Plaza Pabellón Cumbres, Supermanzana 311, sujetos armados lograron apoderarse del dinero de las ventas y de la caja fuerte.

El gerente del establecimiento, reveló que estaban a punto de cerrar, alrededor de las 22:30 horas, cuando se le apareció un sujeto armado, quien lo obligó a ingresar al interior del establecimiento (por la puerta de proveedores), llegando hasta la cocina.

Ahí los demás empleados se quedaron asustados, ya que un segundo sujeto entró con pistola en mano para pedirles que se tiraran al suelo con las manos en la nuca.

Uno de los sujetos pidió al gerente entregar el dinero de la venta del día, pero como le pareció poco, le dijo que lo llevara ante la caja fuerte, aunque inicialmente el gerente fingió desconocer la existencia de la misma, uno de los pistoleros lo pegó contra la pared y apuntándole la pistola en la cabeza lo amenazó, por lo que accedió a llevarlo a ella y abrirla.

Después de apoderarse del contenido de la caja fuerte, los sujetos salieron huyendo, pues su cómplice ya le estaba haciendo señas, por lo que a bordo de motocicletas desaparecieron con rumbo a Bonfil.

Los asaltantes fueron descritos como de 1.70 metros de altura. El primero, de unos 30 años, iba encapuchado, vestía camisa azul y pantalón de mezclilla; el segundo de complexión gruesa y cerca de 40 años, iba con la cara descubierta, usaba una camisa roja y pantalón de mezclilla.