Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Décadas de trabajo respaldan la labor de los organismos civiles locales, quienes han preferido contar con el apoyo de empresarios y la ciudadanía para brindar ayuda a los sectores vulnerables de la sociedad, en lugar de concentrar sus esfuerzos en buscar auspicios gubernamentales.

Para decenas de personas en Benito Juárez, los organismos civiles son héroes que trabajan desde su trinchera a favor de los sectores desprotegidos y que han provocado con sus actos el agradecimiento de cientos de familias.

También te puede interesar: Cancún se prepara para recibir la Quinta Plataforma Global 2017

Ejemplo de esto son organismos civiles como Aprendiendo a Vivir con VIH/Sida, Pro Niños Excepcionales, Pro Síndrome de Down Cancún, Asociación de Padres de Familia con Hijos con Discapacidad Intelectual (Apafhdem), Fundación Aitana y Huellas de Pan, entre otros.

La primera de ellas ha trabajado los últimos 19 años en beneficio de las familias afectadas por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), así como en pro de la prevención, al acudir a escuelas y empresas, además de realizar jornadas de detección.

En el caso de las tres siguientes, todas llevan entre 23 y 27 años laborando a favor de la rehabilitación, la adquisición de habilidades y la capacitación para el trabajo, en personas con algún tipo de discapacidad, consiguiendo apoyos de empresarios y voluntarios para concretar cada uno de sus proyectos.

Fundación Aitana ha dedicado los últimos siete años a buscar la creación de un hospital de oncología pediátrica en la zona, además de facilitar por medio de convenios con líneas de transporte que puedan acudir a sus tratamientos en Chetumal, Yucatán y otros estados del centro del país, donde cuenten con el equipo y profesionales adecuados para combatir dicha enfermedad.

Todas ellas han recibido múltiples reconocimientos por su labor, y en el caso de Huellas de Pan, la búsqueda de alimento diario para 60 menores y 30 adultos mayores, la ha hecho acreedora de la medalla “Sigfrido Paz Paredes” y a que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo reconociera su trabajo a favor de los sectores vulnerables.