Llegan al DIF mil 730 menores adictos

Esta cifra corresponde de abril a junio del Programa de Atención para Menores y Adolescentes en Riesgo.

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Advierten que las adicciones son adquiridas en la escuelas, con grupos de amigos que han probado algún tipo de droga o alcohol. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Alejandra Galicia/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Fabián es un joven de 16 años que tenía a sus padres de tiempo completo en el trabajo, con los amigos pasaba las tardes y noches. Sus papás al regresar del trabajo notaban que su hijo pasaba mucho tiempo fuera de casa y que regresaba más tarde de lo normal. El padre un día notó que Fabián actuaba extraño y observándolo descubrió que estaba alcoholizado, esta situación alarmó a la familia y llevaron al joven al Desarrollo Integral de la Familia (DIF), para sorpresa de los padres, el adolescente ya tenía problemas de adicción: además de beber alcohol consumía marihuana.

El caso de Fabián es un ejemplo de mil 730 coberturas de atención a menores y adolescentes de este último trimestre de abril a junio del Programa de Atención para Menores y Adolescentes en Riesgo (Pamar) del DIF.

El psicólogo Carlos Hugo Martínez Arroyo, director del Pamar, mencionó que la mayoría de los casos son en preadolescentes de 12 a 17 años de edad que por medio de las escuelas reciben los reportes de jóvenes, localizan al menor, hablan con el profesor encargado del joven e invitan a los padres a acudir al DIF.

El director comentó que el trabajo del Pamar es preventivo debido al extenso trabajo que se debe realizar en un joven con problemas de adicción. En julio de este año se realizaron 38 coberturas de atención a menores.

Martínez Arroyo mencionó que los casos de adolescentes que sufrieron adicciones, las adquirieron en la escuela, con grupos de amigos que probaron alguna droga o alcohol. Explicó que las situaciones que conducen al joven a experimentar situaciones de riesgo son la necesidad de querer ser parte de un grupo que los acepte y los motive a consumir alcohol, otro factor es la de ser reconocidos en el grupo de “amigos” que los insita a aumentar el consumo o cambiar a una adicción mayor.

El psicólogo mencionó que uno de los factores importantes de los casos de jóvenes que se adentran al consumo de alcohol es la familia. La mayoría de los menores adictos son resultado de la falta de atención familiar debido a que en casa no encuentran un grupo familiar de pertenencia y por eso buscan ser parte de círculos de amigos en las calles y escuelas que lo vincula con situaciones de riesgo. Otro factor proviene en la personalidad del menor, que se deja envolver por su curiosidad que lo lleva a conocer drogas o alcohol.

Mencionó la recuperación familiar en el proceso de readaptación de un menor no es posible resolverlo en meses, incluso pueden ser años y varía de acuerdo al grado de afectación y la disponibilidad del joven para salir adelante.

Existen casos irreversibles donde el menor ya no se recupera, ejemplo de esto es el caso de un menor de 12 años que por “amistades” peligrosas conoció el thinner y deterioró sus neuronas por inhalarlo, el niño afectó su cerebro y perdió la capacidad de razonamiento.

El psicólogo comentó que es responsabilidad de los padres estar al pendiente de cualquier cambio en las actividades de los jóvenes para evitar situaciones de riesgo.

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