Ezequías, el atleta de alto rendimiento que bolea zapatos

Antes de quedar postrado en una silla de ruedas se dedicó al deporte al 100%; luego fue seleccionado nacional.

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Ezequías se gana la vida lustrando zapatos, mientras espera apoyo para lograr su sueño: ser paratleta. (Gustavo Villegas/SIPSE)
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Gustavo Villegas/SIPSE
COZUMEL, Q. Roo.- A sus 22 años Ezequías pensaba en ser un atleta de alto rendimiento en atletismo pero la mala praxis de un médico le cortó las alas para postrarlo en una silla de ruedas de por vida. 

Hoy se moviliza en ella a lo largo del malecón de Cozumel donde lustra calzado y vende suplementos nutricionales, para sobrevivir. Dice que tampoco ha encontrado apoyo para convertirse en un paratleta y mientras éste llega, gana alrededor 100 pesos al día para cubrir sus gastos. 

Vive solo en la isla a donde dice que arribó pensando encontrar oportunidades para ser deportista especial. 

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Datos proporcionados por personal del área de deporte adaptado en Cozumel revelan que en ese municipio no existe una asociación como tal para deportistas especiales.

Ezequías Hernández Almeida nació hace 37 años en Chetumal y vive en Cozumel a donde llegó hace un año y mientras limpia los zapatos de un taxista, narra que sus padres ya han pasado a mejor vida por lo que está solo en el mundo.

Alguna vez fue atleta de tiempo completo

Su oficio de bolero es lo que le ha sacado adelante hasta el momento. Hace 15 años se dedicaba de lleno al atletismo y era deportista de tiempo completo hasta que un doctor le aplicó una inyección que le dañó el fémur interno y de ahí en adelante todo fue cuesta arriba para él.

“Dios manda a todos los seres humanos bien a la tierra pero cuando llegamos acá es cuando se friega la cosa”, expresa en tono de broma mientras sacude con su franela los zapatos de su cliente en turno.

Ezequías debió adaptarse a su nueva condición pero se mantuvo en su deseo de ser deportista y durante el periodo de Gobierno de Marcelo Luis Ebrard Casaubón, destacó y logró clasificar a los juegos especiales de Beijín en el 2008 y después para Londres 2012.

Sin embargo nuevamente la vida le jugó una mala pasada pues el gobierno capitalino y la federación nacional del deporte le prometieron apoyos económicos que nunca llegaron.

Pese a todo esto aún no abandona la ilusión de competir, pero el principal problema es el económico y afirma que la burocracia y los gobiernos no cumplen.

Mientras espera por una oportunidad, sus principales clientes son los operadores de taxis y empleados de los comercios de la avenida Rafael E. Melgar y con lo que obtiene paga una renta de mil pesos mensuales y pasa apuros para cubrirlos.

Su silla ya no le ‘aguanta el ritmo’

Su silla de ruedas ya presenta deterioro y su preocupación más apremiante es tener dinero para poder comprar una. Es en esta silla donde Ezequías lleva a cabo sus sesiones de entrenamiento y esto hace que de deteriore más y más.

Explica que necesita una silla para uso diario y una más para poder entrenar, esta última tiene características especiales y por ende su costo es muy elevado.

La de uso diario, dependiendo del tipo de lesión y la calidad de los materiales, tiene un costo en el mercado de entre 17 y 25 mil pesos mientras que una de tipo deportiva puede llegar a costar hasta 70 mil pesos.

“Si conocen a algún empresario que le sobre una lanita, díganle que me eche la mano. Se lo voy a agradecer toda la vida”

“Si conocen a algún empresario que le sobre una lanita, díganle que me eche la mano. Se lo voy a agradecer toda la vida”, expresa.

Faltan facilidades para personas con discapacidad

Cuestionado sobre la facilidad que existe en Cozumel para una persona que se moviliza en silla de ruedas, dice que no hay tales, que si bien se han hecho los primeros esfuerzos en la materia no son suficientes.

Agregó que estos solo se ven las zonas turísticas pero que el resto de la ciudad no está pensado para personas discapacitadas y que es muy riesgoso transitar en Cozumel.

Otro aspecto que destaca es la falta de cultura vial y la nula capacidad de las autoridades para aplicar los reglamentos y sanciones correspondientes.

En Cozumel no existe un censo de cuantas personas presentan algún tipo de discapacidad y en qué proporción se destaca la motriz. 

Los datos que se manejan al interior del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia y de la Secretaría de Salud son los del último censo de población aplicado en el 2010 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía que estima que el 1% de los 89 mil isleños presentan discapacidad motriz, sensorial cognitivo-intelectual y psicosocial.

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