Ángel Castilla/SIPSE

Chetumal.- Las calles de Chetumal se volvieron más peligrosas por el número de robos a transeúntes y que en el primer trimestre sumaron un total 38 casos, sin que la Policía Municipal Preventiva, encabezada por Osiris de Jesús Ceballos Díaz, implemente acciones para garantizar la seguridad.

De acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los robos a transeúnte denunciados ante la Fiscalía General del Estado (FGE) representan un incremento del 58.33% en este delito, es decir, 14 más.

En los primeros tres meses de 2019 fueron 38 incidentes, mientras que en el mismo período del año pasado fueron 24 los hechos denunciados.

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Del total de robos a transeúnte en vía pública y en espacio abierto al público registrado en el primer trimestre del año, 17 fueron con violencia y 21 sin violencia; y el año pasado los incidentes con violencia fueron nueve y 15 sin violencia.

Osiris Ceballos no tiene la capacidad

Eusebio Azueta Villanueva, presidente del Consejo Ciudadano de Chetumal dijo que la ciudadanía se encuentra atrapada entre una policía que ha demostrado incapacidad para combatir a la delincuencia, investigar y detener de responsables de los delitos cometidos.

Señaló que, ante el incremento de esos delitos en la capital del estado, es necesario un cambio de estrategia en materia de seguridad pública para recuperar la confianza ciudadana.

“Cuando uno vive con miedo, pierde la libertad, que es el derecho más sagrado que tenemos como ciudadanos y los chetumaleños vivimos con miedo; Chetumal era una ciudad tranquila, pero el aumento en el índice delictivo le ha movido el piso a los ciudadanos quienes viven con miedo y se encuentran asustados y aunque se ha platicado con las autoridades no se han logrado resultados”, dijo.

Precisó que es necesario retomar el esquema de policía a pie para recorrer las calles y las colonias como una forma de persuadir a la delincuencia de cometer los delitos tal y como se realiza en otras partes del país, en lugar de andar a bordo de las patrullas de manera ostentosa pero sin detener a quienes cometen los delitos.