Jorge Carrillo/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.-  Un incremento al precio de la carne en diciembre próximo sería insostenible para tablajeros, población y restauranteros; Marco Méndez Aguayo, presidente de la Unión de Abastecedores de Carnes en General informó que los mercados especulan que al incrementarse la demanda en el consumo de carne en el último mes de 2014, los precios actuales podrían sufrir un alza dada la escases del producto.

La situación que sería insostenible para los tablajeros ante las bajas ventas que se registran y que han originado, como se informó en su momento, que el consumo se reduzca hasta en un 50% en esta capital, argumentó.

Mercados públicos de Chetumal

El representante de los distribuidores de productos cárnicos en los principales mercados públicos de esta capital, señaló que aunque las autoridades federales afirmen que el abasto está garantizado, la realidad a la que se enfrentan los expendedores a nivel local es que tienen que adquirir los canales en el vecino estado de Yucatán.

Precisó que en general los precios se han elevado al grado que el filete de res se cotiza en 140 pesos, el lomo, palomilla y la bola, de este mismo producto cuesta al público 120 pesos, el chocolomo tiene un precio de 100 pesos y los cortes más económicos, que ya no lo son tanto como el hígado y el chambarete están a un promedio de 80 pesos.

Golpe duro para los restauranteros

Otro representante de los afectados por el incremento en el precio de la carne, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Eduardo Pérez Castañeda manifestó que los empresarios del ramo han absorbido en lo posible los incrementos que se han reportado a lo largo de este año, en el que la elevación, de acuerdo a estimaciones de expertos nacionales no tiene precedente, no obstante, un alza más sería un golpe duro para los restauranteros.

Precisó que de enero a la fecha, los precios de la carne en general han subido un promedio de 60%. “La carne es el principal insumo de los restauranteros y si a su incremento se añaden otros costos como la energía eléctrica y el gas, el margen de utilidad se reduce al límite de que en ocasiones es preferible cerrar las puertas para evitar pérdidas.