Autorización de concesiones 'enfada' a taxistas
El Ejido de Bacalar solicitó al Gobierno del Estado, 11 placas de taxis.
Claudia Martin/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Un grupo de taxistas de Bacalar exigieron al Gobierno del Estado respeto al gremio sindical y, sobre todo, respeto a los trabajadores del volante, porque están entregando concesiones a terceras personas, sin que hayan trabajado.
Jair David Ramírez Dzib, secretario general del sindicato de taxistas, explicó que el Gobierno autorizó cinco concesiones para el Ejido de Bacalar, para “solucionar un problema de tierras”, lo cual no consideran justo porque los socios no han logrado tantas.
“La inconformidad es porque el Ejido de Bacalar solicitó al Gobierno del Estado, 11 placas de taxis”, en pago a unas tierras que mantienen en litigio y ahora hay una empresa instalada ahí. El ejido ya tuvo concesiones y las vendió y hoy están solicitando otro paquete de placas, sabemos que ya se les autorizaron cinco, lo que no se nos hace justo”, expresó.
También te puede interesar: Ex trabajadores piden 'cuentas claras' sobre despido injustificado
El dirigente, presentó su inconformidad ante la Secretaría de Gobierno, e hizo la petición de que las concesiones que se le autorizaron al Ejido de Bacalar se le entreguen a los socios o en otro gremio.
“Queremos que esas placas sean reasignadas a otro lugar o que simplemente no se entreguen. Ninguno de los choferes o socios ha recibido cinco concesiones en una sola exhibición y no es justo que otros terceros se beneficien del fruto y del trabajo de choferes que por años han estado atrás del volante y merecen esos logros laborales”.
Ramírez Dzib señaló que durante muchos años pertenecimos al Sindicato Único de Choferes y Automóviles de Alquiler (Suchaa), como delegación Bacalar jamás recibimos una concesión, a partir de que se vuelve municipio Bacalar, también el sindicato se independiza y después de 22 años logramos dos concesiones para los choferes, y dos para los martillos.
Consideró que es preferible que las concesiones liberadas se entreguen a los martillos, en lugar de a los ejidatarios para cumplir compromisos políticos.