Carlos Castillo/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Las primeras trillas de sorgo empezaron a realizarse en tierras del municipio de Bacalar, en donde los campesinos metieron las máquinas para verificar que el grano ya esté en condiciones de ser levantado.

Herminio Galaviz Sánchez, campesino local, indicó que van a calar o probar el sorgo para empezar a trillarlo.

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Los campesinos indicaron que dentro de los primeros 10 días de junio iniciarían los trabajos de trilla en los campos locales; sin embargo hubo quienes sembraron con anterioridad y ya están viendo en el sorgo las condiciones para que este sea desprendido de la planta.

En las carreteras y campos de Bacalar ya se empieza a ver la maquinaria agrícola que se estará utilizando para levantar las cosechas, mientras que están preparándose para recibir los camiones que se formarán para subir toda la coseche y llevarla fuera del estado, donde se comercializa.

La mayoría del Sorgo que se produce en Bacalar, termina en las fábricas de procesamiento de alimentos balanceados existentes en el Estado de Yucatán; sin embargo tiene los “cascajos” de la cosecha, son empaquetados y vendidos o utilizados de manera local para el sector ganadero, con lo que se ayudan económicamente un sector con otro, durante la temporada de sequía.

Tan solo en la comunidad de Vallehermoso espera cosechar 40 toneladas de sorgo de 20 hectáreas del cultivo que ya tienen asegurada su comercialización en Quintana Roo y Yucatán.

Según datos de la Secretaria de Desarrollo Agropecuario Rural y Pesca (Sedarpe) el año pasado en el mes de septiembre para apoyar la siembra  entrego apoyos del programa Peso por Peso a 2 mil productores y productoras de los municipios de Bacalar y Othón P. Blanco.

Solo en la agricultura el programa Peso por Peso alcanzó en 2017 una cifra de 18.7 millones de pesos y dentro de ese monto se incluyen los apoyos que hoy se entregan y que consisten en dos mil bombas aspersores, con inversión total de 1 un millón 430 mil pesos, operando bajo el esquema en el que el productor aporta el 50 por ciento del valor del insumo y el gobierno del estado subsidia el otro 50 por ciento.