Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- La Casa de Cultura de Bacalar ocupa una antigua casona que tiene una superficie de 568 metros cuadrados que data del siglo XIX y el primero de julio del año 1990 fue restaurado e inaugurado.

Se ubica sobre la avenida cinco, a escasos 200 metros del Centro Histórico, es un espacio destinado a la impartición de talleres de arte, conferencias y a presentaciones de obras de teatro, danza y conciertos musicales, así como a la exhibición de obras visuales y lecturas de creaciones literarias. En temporadas vacacionales, se ofrecen cursos de trabajos manuales para niños y jóvenes.

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Cuenta con una enorme sala de exhibiciones y enfrente, un salón de danza. En los patios se puede apreciar una exposición a base de jícaras y calabazos en una especie de ofrenda junto a un pozo artesanal. Más adelante, la réplica de un parque, con bancas de metal bajo unos árboles que invitan a la lectura. En una enorme pared luce un vistoso mural que describe la cruenta invasión pirata.

Sin embargo, de acuerdo con los pobladores, no es bien aprovechado, porque las actividades sólo son del conocimiento de los involucrados y no se extiende hacia la población en general.

Herbert Ic Rodríguez, representante de la IAP “Bacalar Consciente”, recordó que en enero de este año, durante una reunión con la entonces subsecretaria de Cultura, Jacqueline Estrada Peña, plantearon la necesidad de promoverlo porque no recibía la visita esperada.

Consideró que puede ser un punto más de visita turística, como complemento de la historia que guarda El Fuerte, porque hasta ahora es un lugar poco concurrido por visitantes, a pesar que entre sus paredes guardan valiosos trabajos y exposiciones.

“Es un aparador cultural para los artistas locales cuyos trabajos son dignos de admirar por los visitantes, además que le brindaría un plus más a la cultura de Bacalar”, dijo.