Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Un navío de 33 pies de eslora surcando las azules aguas de la laguna de Bacalar causó admiración entre algunos visitantes y vecinos que no están acostumbrados a ver embarcaciones de este tamaño en el cuerpo lagunar.

Sin embargo, para prestadores de servicios turísticos es una práctica que se está volviendo común en un sistema ecológico, frágil que no cuenta con la capacidad para soportar embarcaciones de estas dimensiones, en virtud de que existen zonas de poca profundidad, con bancos arenales que por años se han venido formado y pueden resultar dañados.

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Edwin Cano Álvarez, representante de los lancheros de Bacalar, señaló que las 50 lanchas que utilizan para brindar servicios de paseos por la laguna son menores a 27 pies de eslora, aunque en ocasiones han observado embarcaciones de mayores dimensiones circulando por las mismas aguas.

Estimó que deben aplicarse restricciones para cuidar el ecosistema lagunar, ya que es la fuente de ingresos de decenas de familias de la cabecera municipal y herencia de las futuras generaciones.

“Considero que la explotación que se le brinde debe hacerse de manera sustentable y nosotros como prestadores de servicios náuticos somos los principales interesados”, dijo.

No es la primera vez 

Los mismos lancheros señalaron que no es la primera ocasión que embarcaciones enormes utilizan las aguas de la laguna de Bacalar para transitar, pues en las vacaciones de Semana Santa del año pasado, una lancha tiburonera de siete metros de eslora estuvo brindando servicio de paseos por espacio de varias semanas.

Incluso, afirman que han observado lanchas con tres motores fuera de borda, lo que asumió como un abuso, ya que el ecosistema lagunar es un tema toral que mantiene preocupado a autoridades de todos los niveles, por su preservación y cuidado. Sin embargo, acciones de este tipo marcan un retroceso en lo que se haga, consideraron.