Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Las recientes lluvias que se registraron en la entidad, beneficiaron a la ganadería y agricultura que practican más de tres mil productores del municipio de Bacalar, porque humedecieron las milpas y llenaron jagüeyes.

Paulino Xoc Caamal, agricultor de la comunidad de la localidad de Blanca Flor, consideró obtener buena cosecha en sus tres hectáreas de maíz que sembró hace dos semanas, lo que no pudo conseguir el año pasado debido a la intensa sequía que se registró.

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Recordó que con grandes esfuerzos consiguió cultivar cuatro hectáreas del grano, pero la falta de lluvias terminó por siniestrar las plántulas que quedaron a ras del suelo, porque no alcanzaron a desarrollar.

Dijo que esta ocasión, con apoyo de semillas que recibió del gobierno estatal y de sus hijos que le obsequiaron químicos para darle mantenimiento, está “logrando” tres hectáreas, consideró que de continuar las precipitaciones pluviales, por primera ocasión en varios años conseguirá buena cosecha.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe), en el municipio de Bacalar existe un padrón de aproximadamente dos mil productores de maíz, los cuales recibieron semillas mejoradas que tienen el propósito de conseguir excedentes de producción para comercializar.

Representantes de las asociaciones ganaderas del municipio de Bacalar, señalaron que los jagüeyes alcanzaron buen nivel, lo que permitirá hidratar a sus animales.

“Con unas lluvias más, los jagüeyes se mantendrán llenos hasta la próxima temporada de lluvias”, dijo Argimiro Sánchez Soto, antiguo ganadero de la localidad de Miguel Alemán.

De acuerdo con Federico Bucio Martínez, representante de la Unión Ganadera Regional, en el municipio de Bacalar cuentan con un padrón aproximado de mil 200 productores y 45 mil cabezas de ganado, los cuales habían comenzado a registrar pérdida de peso corporal.

No obstante, los ganaderos hicieron un llamado al gobierno estatal para que los apoye con melaza y forraje para alimentar sus animales, porque las lluvias benefician para tener una nueva generación de pastos y nuevos rebrotes, pero en un período de 20 a 30 días, porque el efecto en el forraje no es inmediato y los animales siguen registrando decaimiento físico.