Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Un millón 400 mil pesos, que estaban resguardados en una vetusta caja fuerte que fue sustraída de las oficinas de la Tesorería Municipal del Ayuntamiento, que serviría para pagar la nómina de un grupo de trabajadores principalmente eventuales que cobran en efectivo.

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Carlos Briceño Villagómez, director de la Policía Municipal de Bacalar, señaló que un trabajador al acudir a sus labores habituales encontró papeles regados por doquier y una ventana rota en la parte posterior del edificio, por lo que dio parte a la corporación policíaca quien aseguró el área para no contaminar la escena y dio parte al Ministerio Público para las indagatorias correspondientes.

Una labor que llevó gran parte del día, en el que los peritos ministeriales se dedicaron a recabar huellas dactilares y otro tipo de indicios que lleven a dar con el paradero de los delincuentes, los cuales al parecer, ingresaron durante la noche por la parte posterior del edificio de la Comuna.

El jefe policíaco señaló que el elemento de esa corporación que mantienen las 24 horas del día en el parque principal que se ubica precisamente frente al edificio municipal, no se percató de alguna situación extraña, debido a que la o las personas ingresaron por la parte posterior donde no cuentan con visibilidad.

Poca seguridad 

Normando Medina Castro, secretario de la Comuna, sugirió que se relajaron los protocolos de seguridad que permitió que las personas sustraigan el efectivo sin ningún problema, lo que consideró lamentable porque debido a eso un grupo de trabajadores, entre los que se encuentran cadetes de la Policía Municipal, no pudieron cobrar su sueldo.

Indicó que quienes sustrajeron el dinero, ingresaron por una ventana sin barrotes, a pesar que guardaban efectivo, además los sobres se encontraban en una vetusta caja fuerte que por su condición endeble, fue abierta con una herramienta de albañilería, al parecer, una “pata de cabra”.

El tesorero municipal, Omar Escalante Muza, se negó a brindar información sobre la cantidad de dinero que se llevaron los hampones, en cuyo recibidor de su oficina se encuentran instaladas cámaras de vigilancia, pero que se desconoce si en el área donde se guardaba efectivo también contaban con este tipo de vigilancia.